Es fantástico que hoy se pueda dar la vuelta al mundo en la misma cantidad de tiempo que tomaba el trayecto Nueva York – Chicago en tren hace cien años. Sin embargo éstos probablemente no hayan sufrido la «trombosis venosa profunda», tener las piernas hinchadas, coágulos de sangre, jet lag, resfriados desagradables, y algunos otros efectos secundarios de los vuelos que duran más de seis horas.
El personal a bordo que trabaja en estos mega-vuelos transcontinentales todo el tiempo, piensen que hacen esto cada dos días, entonces, ¿cuál es el secreto para no sentirse mal? Muchas aerolíneas entrenan a la tripulación sobre cómo recuperarse rápida y eficientemente de largos trayectos. Les pedimos a ellos que nos contaran sus métodos.
Los pies arriba
Tan pronto como vuelvas a casa, eleva tus pies contra una pared o cabecera de la cama durante cinco a 10 minutos. Suena tonto, seguro, pero ayuda a aliviar la hinchazón en las piernas y los tobillos. Una auxiliar de vuelo la comparó con «poner hojas de té en un colador»: ayuda a drenar todo el líquido de las piernas, dejando las fibras musculares menos saturadas.
Manténte despierto y duerme en el horario habitual del lugar
Pocas cosas son más difíciles de resistir que la siesta posterior al vuelo. Quizás el helado. O Instagram. Pero debes resistirte, porque desmayarte cuando aún hay luz de día es una mala idea. No le estarás dando a tu cuerpo la oportunidad de adaptarse a la hora local, lo que arroja un problema a tu ciclo de sueño. «Para dormir a la noche, debes permanecer despierto cuando llegas a tu destino», dice la asistente de vuelo Kamiana Domingo. «Si debes hacer una siesta, toma una rápida (no más de una hora) porque cualquier cosa después de una hora te hará sentirte más cansado.»
Y no duermas hasta la eternidad
Cuando finalmente te acuestes, no lo hagas por 18 horas seguidas de manera de deshacer todo el trabajo que pusiste al permanecer despierto. Sería una tontería. En su lugar, establece una alarma para una hora razonable e intenta hacer algo por la mañana. Incluso si estás un poco cansado, despertar antes es mejor para tu cuerpo en el largo plazo.
Cárgate de carbohidratos
Se ha demostrado que los altos niveles de insulina ayudan al cuerpo a ajustarse. Así que si estás viajando entre zonas horarias, no dudes en entrar a un Dunkin ‘Donuts antes de abordar y cuando aterrices, directo a una pizzería.
Enjuágate la nariz con solución salina
Vacía tus cavidades nasales con una solución salina (no mientras estés en el avión, amigo). Se lavará un montón de polvo y otras partículas que llevan el germen que puede hacer que te enfermes.
Haz ejercicio
Si, sabemos que es lo que menos tienes ganas de hacer cuando llegas de un vuelo, pero el ejercicio tan pronto como lo hagas permitirá que la sangre fluya. Incluso unos minutos de yoga en la habitación del hotel aumentará el estado de alerta mental y la agudeza, y ayudará a regular su ciclo de sueño.
Toma un poco de aire fresco
El aire de cabina puede que no te enferme, pero sigue siendo seco y deshidratante, y los niveles bajos de oxígeno son una parte importante de por qué te sientes fatigado. Para despertar tu cerebro y obtener oxígeno fresco, los asistentes de vuelo sugieren tomar un paseo al aire libre, incluso si sólo significa salir a la esquina de tu hotel.
Reserva un masaje
No tiene que ser el más caro del hotel. Cualquiera que ayude a que alguien trabaje con los líquidos, el ácido láctico y los músculos adoloridos de las piernas y te preparen para dar la vuelta y hacer ese recorrido largo de nuevo.