«Bajo la influencia del alcohol hay mucha más posibilidad de que se produzca un contacto» expresó el nuevo ministro de Sanidad de República Checa, Roman Prymula, a través de un comunicado. Precisamente debido a ello, y en alusión a un notable aumento en los casos de coronavirus, las autoridades del país han decidido imponer desde este miércoles un toque de queda en bares y restaurantes.
Mediante dicha iniciativa, el ocio nocturno quedará habilitado solo hasta las 22.00 horas, una medida que también ha sido adoptada en las últimas horas por lugares como Inglaterra. Desafortunadamente, el sector dedicado a la gastronomía y el ocio deberá acogerse a esta nueva disposición en principio por las próximas dos semanas. Ante esto, en el país temen una caída de ventas cercano al 30%.
Cabe destacar que no solo se trata de una medida restrictiva que involucra a pubs, bares y restaurantes, ya que también estará acompañada de una serie de limitaciones impuestas en cuanto a los eventos culturales y deportivos. En estas últimas actividades, el aforo máximo permitido será de 2.000 personas en eventos celebrados al aire libre y de 1.000 cuando se realicen en zonas cerradas.
Por su parte, al respecto el director de la agencia nacional de deportes, Milan Hnilicka, ha tratado de calmar las aguas turbulentas y apañar las voces críticas con estas medidas, asegurando que el sector recibirá ayuda financiera para sobrellevar nuevamente de la mejor manera este imprevisto.
Durante la jornada del martes, República Checa registró unos 2.400 nuevos casos de coronavirus, lo que indica un número de 219 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Hasta el momento, la cifra total de casos en el país desde que comenzó la pandemia ha excedido los 53.000, con 531 muertos.
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