Cada año generamos millones y millones de toneladas de basura. Los desechos plásticos terminan contaminando nuestros ríos y océanos, generando un gran impacto en la vida marina y en nuestra propia salud.
Ecuador se une a la preocupación mundial por la contaminación de los mares. Sus Islas Galápagos son Patrimonio Natural de la Humanidad y son reserva de flora y fauna únicas en el mundo.
Todos estos materiales representan el 70% de toda la basura marina.
Un estudio realizado por el Centro Nacional de Análisis y Síntesis Ecológico de la Universidad de California de EE.UU., establece que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas métricas de basura plástica llegan al mar cada año, como parte del mal manejo de residuos que tienen sobre todo los países costeros.
Es por ello, que ahora en las costas de las Islas Galápagos han retirado unas 22 toneladas de basura. La mayoría de los residuos encontrados en las islas no provienen de las actividades desarrolladas en el mismo archipiélago, sino que llegan arrastrados por las corrientes marinas, provenientes de las costas de Centro y Sudamérica e inclusive desde el continente asiático.
Además, la limpieza de la basura costera tiene como objetivo estudiar “la posible llegada de especies invasoras en los desechos arrastrados por las corrientes oceánicas”.
La iniciativa también incluye la limpieza submarina del archipiélago. En Galápagos se halla la segunda reserva marina más grande del mundo, con 133.000 km2.