El Royal Caribbean Explorer of the Seas, un imponente crucero con más de 5,000 pasajeros y tripulantes a bordo, vivió momentos de pánico cuando fue sorprendido por un fenómeno climático inesperado que hizo que el barco se inclinara bruscamente, arrojando objetos y dejando un saldo de un pasajero herido.
El incidente ocurrió mientras el crucero se dirigía desde Barcelona a Miami, en su travesía por el Océano Atlántico, cerca de la costa de Tenerife, en las Islas Canarias. Según testigos a bordo, las ráfagas de viento pasaron de 46 mph a 86 mph en cuestión de segundos, generando una inclinación alarmante del barco que desató el caos en sus pasillos.
Las escenas dentro del crucero fueron impactantes: botellas detrás de las barras cayeron y se rompieron, mientras que los estantes en las tiendas quedaron completamente volcados. Varios pasajeros se vieron obligados a aferrarse a lo que pudieran para mantener el equilibrio, mientras carteles y objetos eran lanzados por los aires.
Jonathan Parrish, uno de los pasajeros, relató que hubo unos cinco minutos de incertidumbre antes de que el capitán diera un anuncio por altavoces explicando la situación, lo que ayudó a calmar un poco a los aterrorizados viajeros. «Sentimos un fuerte giro a la derecha seguido de otro aún más intenso», detalló Parrish a CBS News.
Tras el incidente, el crucero fue redirigido a Las Palmas, en Gran Canaria, para que el pasajero herido pudiera recibir atención médica. Un portavoz de Royal Caribbean confirmó que, debido al inesperado fenómeno, se tomó la decisión de hacer una parada no programada para garantizar el bienestar del afectado.
A pesar del susto y los daños materiales en algunas áreas, el Explorer of the Seas continuará su travesía hacia Miami, donde se espera que arribe en las próximas dos semanas, una vez resuelto el desvío de emergencia.
