Will Amstrong, como cualquier otro joven de su edad, salió y se emborrachó. Fue un poco más que un simple mareo, perdió su licencia de conducir… la cual recuperó cuando le llegó una factura de casi 7000 dólares por un viaje a las Maldivas en primera clase.
La carta decía: «Muchas gracias por venir el otro día. Apreciamos su negocio y esperamos que empiece a entusiasmarse con sus próximos vuelos de primera clase a las Maldivas», escribió Flight Center.
Lo peor era que en grandes letras rojas decía el monto que debía abonar. No había forma de que no se diera cuenta que se había endeudado muuuucho más de lo que podía. El comunicado continuaba con un: «Tenga en cuenta que el saldo vence completo el viernes 10 de noviembre a las 12.05 p.m.»
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so I was pretty drunk the other night and I lost my ID, then this turns up today… pic.twitter.com/TX0CHttfnT
— will (@willarmstrong__) November 7, 2017
Pero antes de que Will sufriera un ataque al corazón, todo resultó ser una broma hecha por un empleado de Flight Center Cheltenham, Steve. La parte inferior de la carta reveló que en realidad no había estado tan borracho como para no acordarse, se trataba de una broma.
«George, solo estamos bromeando. Hemos encontrado tu licencia de conducir (adjunta) fuera de nuestra tienda y creemos que podrías necesitarla».
Esta montaña rusa emocional de una historia ha alcanzado los 170 mil «me gusta» en Twitter. Algunos piensan que fue una campaña armada, pero nunca lo sabremos.
Acá están Will y Steve, después de que la carta se hiciera viral
here’s the man himself, thank you Steve! pic.twitter.com/D0ctqiSXlY
— will (@willarmstrong__) November 8, 2017
