¡Amor y contención! Esta medida sirvió de influencia para que otro tipo de instituciones puedan reconocer el poder de los animales
Todos sabemos que en un hospital esta prohibido que entren animales, ya que en algunas ocasiones estos pueden llevar consigo diferentes tipos de bacterias que suelen ser perjudiciales para algunos enfermos, por lo que a lo largo de la historia se ha optado por tomar esta medida a modo de prevensión.
Sin embargo, también es un hecho que su compañía tiene múltiples beneficios compartidos que pueden ser de gran ayuda para nosotros. Te invitamos a conocer esta historia.
El hospital que hizo historia
En 2016, en el Hospital Juravinski de Canadá se incorporó una llamativa pero importante medida en la que los pacientes podían ser visitados semanalmente. Sin embargo, no solo se hablaba de sus familiares y amigos, sino también por sus mascotas, quienes resultan ser una parte esencial de sus vidas.
A pesar de que este hecho representó una auténtica evolución en la importancia que se le da al vínculo de los animales domésticos y sus dueños, lo cierto es que se puso en práctica tras el fallecimiento de un joven paciente. Este pidió en sus últimos días la visita de su canino para poder pasar el poco tiempo que le quedaba de vida con él.
Se trata de Zachary Noble, un muchacho canadiense de tan solo 23 años que fue diagnosticado con un terrible Linfoma de Hodkin, enfermedad que lo obligó a estar en Cuidados Intensivos por mucho tiempo. En ese periodo estuvo acompañado por todas sus personas más queridas, menos por su perro salchicha llamado Chase.
Tras numerosas súplicas por parte del joven para estar con su pequeño amigo, en los últimos instantes de su vida, su tía Donna Jenkins le llevó al perro a escondidas. Así, evitó que el personal se mostrara reacio a dicha acción y le negara la entrada al perro. De haber sido de esta forma, hubiera evitado la mejoría que presentaría Noble poco después.
Sin lugar a dudas, el vínculo entre los animales y nosotros es mucho más grande de lo que imaginamos.
Y es que para sorpresa de propios y extraños, el joven canadiense empezaría a sentirse mucho mejor de salud y sobre todo de ánimo, hasta el punto en el que a pesar de los fuertes dolores se pudo levantar para jugar y darle cariño a su amigo de cuatro patas, gracias a la subida de defensas que produjo su presencia.
Si bien Zachary Noble murió poco tiempo después, antes de su fallecimiento le rogó a su tía que hiciera todo lo posible para que otros pacientes pudieran contar con la dicha de estar con sus mascotas en momentos similares.
