Se separó de su novio después de 9 años, dejó todo y ahora viaja por el mundo

unnamed-13-e1513379810567
Redactor
¡Valora esto!

Sabía que todo iba a estar bien pero estaba muerta de miedo, en mis venas sentía una adrenalina enorme, no paraba de temblar como una hoja y de llorar desde que me tomé mi vuelo en Tailandia con mis mejores amigos y mi ex novio de hacia casi 9 años. 

Estaba con una mezcla de emociones, me encontraba en un avión rumbo a Turquía con ellos tres para luego despedirnos y emprender mi viaje sola alrededor del mundo. Tenía millones de preguntas en la cabeza y miles de miedos: no sabía dónde iba a dormir, con quién iba a compartir la habitación, qué iba a hacer si me perdía y dónde iba a guardar mi pasaporte con el dinero. ¿Cómo hago para comunicarme si no sé inglés? ¿Cómo voy a hacer amigos nuevos? ¿Me voy a divertir estando sola?

Si bien tenía muchos interrogantes, el deseo de poder ver auroras boreales en el Ártico, de hacer trekking en Escocia o de vivir una navidad europea eran más grandes que cualquier otra cosa.

Lo único que tenía que sacar de mi mente eran esos miedos que querían impedirme vivir eso.

La despedida con ellos tres en el aeropuerto de Estambul fue a pura emoción y con muchísimos buenos deseos. En una mano tenía el pasaporte argentino que apretaba fuerte, del otro lado estaba mi ex pareja, dándome contención y deseándome el mejor de los viajes. Sin dudas ese fue el cierre de nuestro ciclo juntos, ese fue nuestro adiós.

Mati y Tati, mis mejores amigos, también estaban ahí. Ellos no paraban de abrazarme también y de llenarme de amor y buenas vibras. Luego nos abrazamos los cuatro y sin darme vuelta, con la frente en alto hice la fila de migraciones sola, con mi pesada mochila en mis hombros y el corazón lleno de sueños por cumplir.

Me dolía dejarlos atrás y la mezcla de sensaciones que tenia me impedían pensar con claridad hasta que sin darme cuenta, me encontraba sola, del otro lado de migraciones y con la estampilla en mi pasaporte: estaba en Turquía!!!!

Veía a mi al rededor y me encontraba con una cultura totalmente distinta: muchos hombres con túnicas y barbas infinitas, mujeres musulmanas con su cabello y rostro cubierto, mujeres hindúes y monjes. Ese aeropuerto tenía una gran mezcla de varias nacionalidades y yo me sentía pequeña, indefensa e inexperta.

No sabía para dónde ir ni qué hacer. Mi inglés era muy básico y no me sentía del todo bien, así que asombrada por lo que veía alrededor me dirigí hacia el baño del aeropuerto con un terrible dolor de cabeza por tanto llanto y emoción. Apoyé mi mochila en el piso del baño, me quité mi campera y me lavé la cara, me cepillé el pelo, me cambié la ropa y me volví a maquillar otra vez. Luego, ya más calmada me miré a los ojos en el espejo y con esperanza, valentía y confianza, me prometí ponerle todas las fuerzas posibles, buena vibra y hacer de mi vida la mejor aventura!!!

Mi viaje recién empezaba, era un nuevo renacer en mi vida, ese día 19 de marzo de 2017. Gracias a que tomé esa decisión en mi vida, hoy puedo sonreír y agradecer por todo lo que aprendí y descubrí del mundo:

  • hice voluntariados
  • trabajé en granjas
  • hostels, ordeñé vacas
  • hice quesos
  • cociné para 180 personas
  • hice trekking en Suiza y kayak en Noruega
  • vi auroras boreales
  • acampé en las highlands de Escocia
  • conocí el amor en Berlín
  • hice buceo en Tailandia
  • fui querida ser comprada por árabes en China
  • me asombré en Shanghai
  • viví con unos abuelos Polacos en Wroclaw una semana sin hablar una sola palabra de su idioma
  • recorrí Alemania de punta a punta
  • hice dedo, viaje en barco, en tren, en avión.
  • Viví una historia de amor en Venecia
  • vi carreras de motos desde un palco vip en Cardiff
  • dormí en aeropuertos y en la intemperie en las montañas de Noruega viendo las estrellas.

Conocí el lujo y viví en la austeridad también. Todo esto y todo lo que se viene, nunca pudo haber sido posible si yo no me desafiaba a mí misma e iba atrás de mis sueños sin importar lo que dirán y los miedos ajenos (que tanto influyen en las decisiones).

Sobre todas las cosas, creo que lo más importante es enamorarte. Pero no de otra persona, sino de la vida y de vos misma, encontrar tu felicidad y eso que te mueve. Los viajes nos ayudan a sanar esas heridas que tenemos en el alma y nos impulsan a crecer, nos ayudan a sociabilizar y a ver el mundo con otros ojos. Yo voy a seguir viajando para seguir cumpliendo mis sueños, y vos qué esperas para ir por los tuyos?

¡Valora esto!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *