Desde hace ya más de 30 años Koh Phangan es sede de una de las fiestas más famosas de mundo, concurrida por viajeros que se encuentran en Tailandia y todo el sudeste asiático, quienes se congregan las noches de Luna Llena de cada mes en la playa de Haad Rin.
Se cuenta que la primera Full Moon Party sucedió a mediados de los años 80 y que comenzó siendo una pequeña fiesta de hippies en la playa tocando guitarras, y que les salió tan bien que la siguieron haciendo todos los meses. Con el paso del tiempo comenzó a correrse la voz y actualmente es una fiesta masiva a la que pueden llegar a asistir entre 5 mil y 30 mil personas cada mes, en su mayoría turistas de todos los rincones del mundo que tienen la fiesta incluida dentro de su itinerario de viaje (si, es como uno de esos infaltables que tienes que realizar)
Tal fue el éxito de este evento (y masividad), que los habitantes de Koh Phangan en su lógica (aunque no tan acertada) lógica de negocio y atracción de nuevos turistas, forzaron un poco el concepto de la fiesta y la llevaron a dos versiones más por mes: la Half Moon Party y la Black Moon Party.
El crecimiento de la Full Moon Party no ha estado exento de problemas: muchos han destacado los peligros reales y percibidos de las drogas, el abuso del alcohol y los delitos oportunistas, así como el mal comportamiento de quienes asisten al evento.
La pandemia frenó todo, las calles desiertas de este pequeño pueblo son un escenario abandonado, una impresión que la pandemia mundial en curso ha puesto cruelmente en evidencia.
Las tiendas destartaladas que ofrecen masajes tailandeses baratos o anuncian tatuajes de bambú están cerradas y sus puertas están cerradas con pesadas cadenas.
En una típica noche de luna llena antes de la pandemia, los bares que bordean la playa de Haad Rin ya estarían llenos de asistentes a la fiesta disfrutando de la puesta de sol en anticipación de una larga noche de ritmos rockeros y potentes cócteles servidos en cubos (los famosos y tal vez peligrosos buckets) Las autoridades locales de la provincia de Surat Thani, que gobierna la isla, ordenaron a las partes que organizan las fiestas que detuvieran todo allá por marzo de 2020. La pausa de más de un año que ha seguido ha provocado muchas especulaciones y reflexiones.
Algunos en la isla están pidiendo por un evento más sostenible, mejor regulado y más tranquilo con el potencial de asociaciones menos negativas. Se informa que otros están a favor de acabar con la fuente de ingresos de forma permanente y allanar el camino para otros tipos de turismo en Haad Rin.
Pero pareciera ser que los rumores de la inminente muerte de la Full Moon Party, aún son prematuros. La fiesta atrae a más de la mitad del millón de visitantes que vienen a Koh Phangan cada año. Esto se traduce también en miles de puestos de trabajo y pequeñas empresas que se sostienen gracias al movimiento turístico que en parte motiva el evento; no es de extrañar que muchos estén desesperados por ver un regreso a la normalidad.
«(La pausa) ha sido un golpe terrible para muchas personas en Koh Phangan», dice P Noi, el propietario de Tommy Resort a CNN.
«El último evento antes de la pandemia en febrero, tuvimos 20,000 personas en la fiesta. La ausencia de turistas ha tenido un efecto dominó en todos: desde dueños de negocios hasta vendedores de alimentos, trabajadores migrantes y taxistas. Aceptamos críticas constructivas, pero no hay ninguna razón por la que la Fiesta de la Luna Llena no pueda regresar cuando el turismo se abra nuevamente «.
El grupo organizador de estos eventos reconoce que les gustaría mejorar distintos aspectos de las fiestas. Aceptan la necesidad de llevar máscaras y el distanciamiento social: al menos hasta que la pandemia esté realmente controlada. También esperan atraer una diversidad más amplia de negocios de mayor calidad a Haad Rin para reemplazar los salones de masajes y tatuajes y las tiendas de recuerdos, muchas de las cuales están cerradas permanentemente.
A observadores como el célebre DJ británico Graham Gold, residente desde hace mucho tiempo en Koh Phangan, les gustaría ver una revisión más drástica de la Full Moon Party.
«Hace algunos años, trabajé con un tipo llamado Aaron Fevah (otro DJ británico con sede en Koh Phangan) durante tres meses investigando todo sobre la fiesta», dice Gold a CNN.
«Analizamos cómo se podría mejorar y hacer más seguro con la seguridad y los sistemas de producción y sonido adecuados a la altura de festivales de todo el mundo como Tomorrowland y Creamfields. Presentamos a la Asociación de Negocios de Haad Rin un documento de 35 páginas sobre cómo convertirlo en un evento de clase mundial, pero tales planes requerían una inversión seria»
«La Full Moon Party creció de manera casi orgánica desde sus orígenes como una fiesta hippie en la playa con guitarras y un par de hogueras y muchos lugareños se hicieron muy ricos sin ninguna inversión real.
Entonces, ¿por qué empezar ahora?
Ellos creen, y probablemente con razón, que la gente siempre vendrá a Koh Phangan a la fiesta.
Hay mucho más en Koh Phangan que la fiesta
Si bien parece prevalecer una actitud «igual, igual, pero ligeramente diferente»en Haad Rin (al menos por ahora), Koh Phangan en su conjunto ha sido testigo de una evolución más matizada en los últimos tiempos.
En el pasado, la fiesta tendía a definir a toda la isla, y muchos la consideraban un espacio de «descontrol salvaje» especialmente en comparación con destinos turísticos tailandeses más refinados como Koh Samui; pero la isla ha ampliado su atractivo más allá de los mochileros para atraer turistas de alto poder adquisitivo, familias, yoguis atraídos por una vibrante comunidad de bienestar centrada en el pueblo de Sri Thanu, empresarios digitales y habitantes de Bangkok que buscan refugio de la vida urbana.
El dolor económico causado por la pandemia, por supuesto, ha sido agudo para muchas personas. Pero de alguna manera, Koh Phangan parece no solo sobrevivir, sino prosperar.
Lugares como Sati Pot, un restaurante persa y el espacio de trabajo conjunto Indigo están abarrotados de clientes a diario. Los aspectos sociales más destacados van desde inauguraciones de arte hasta noches de poesía de jazz y sesiones de baile extático.
En el lado de la promoción, Forward Phangan, un colectivo de voluntarios que representan a residentes, empresas y organizaciones locales, está trabajando hacia el objetivo común de mejorar la isla tanto para los residentes como para los visitantes. Como era de esperar, la Full Moon Party ha sido un tema importante de conversación recientemente.
Para el miembro de Forward Phangan, Jakkra Brande, la clave para un futuro sostenible para el evento y de hecho para Koh Phangan, no radica en los cambios y el cambio de marca al por mayor, sino en la apreciación de lo que hace que la isla sea especial.
Brande, un ciudadano de Bangkok que es propietario de Nira’s Bakery en Thong Sala, el puerto principal de la isla, llegó a Koh Phangan cuando tenía 7 años en 1984. Incluso ahora, recuerda sentirse abrumado por el esplendor natural de la isla y la cálida bienvenida de los lugareños. .
«Transformarnos en algo que no somos está mal», dice a CNN
«Necesitamos mejorar lo que ya tenemos aquí. Por supuesto, Haad Rin se puede hacer más atractivo. Lo que es más importante es aprender a apreciar lo que tenemos – el ambiente prístino, la amabilidad – y trabajar para preservar estos aspectos antes que nuestro el encanto desaparece «.
«La gente ha intentado recrear la Fiesta de la Luna Llena en otros lugares, pero nadie puede hacerlo», sonríe P Noi. «Entonces, estamos ansiosos por ver a la gente regresar a la mejor fiesta en la playa del mundo».
