Ni bien pensamos en el gigante de Latinoamérica es imposible no asociarlo con playas, fútbol, carnaval y caipirinha.
Pero también se caracteriza por otras bellezas naturales (cascadas, cañones, cavernas y más) que queremos mostrarte en esta nota para que la próxima vez que quieras planificar tu viaje a Brasil los tengas en cuenta.
1. Lençóis Maranhenses, São Luís
Cada año durante la temporada de lluvias (de julio a septiembre) el Parque Nacional Lençóis Maranhenses de Brasil ofrece a los visitantes una vista increíble. Las dunas de arena en el Parque Nacional Lençóis Maranhenses de Brasil son tantas, tan grandes y tan blancas que es fácil ver porque el parque tiene su nombre – Lençóis Maranhenses, en portugués, literalmente significa «sábanas de Maranhão», el Noreste del estado costero donde se encuentra el parque nacional.
Desde los meses de enero a junio, la zona está inundada por torrenciales tormentas. El agua de lluvia en los valles entre las dunas crean miles de lagunas cristalinas. En julio, cuando las lagunas del parque están en su pico, algunas alcanzan más de 90 metros de largo y 3 metros de profundidad.
Para visitar Lençóis Maranhenses, lo mejor es volar a São Luís, la capital de Maranhão. Desde allí, vas a poder reservar excursiones o tomar transporte público a la ciudad de Barreirinhas que se encuentra justo a las afueras del parque nacional. Una vez dentro del parque, ya podes explorar las dunas y las lagunas, pero recomendamos ir con un guía, ya que el parque es enorme y es fácil perderse.
2. Chapada dos Veadeiros, Goiás
En este parque nacional, creado en 1961, se encuentra La Chapada dos Veadeiros, que es el punto más alto del estado de Goiás y es considerada como un paraíso natural. El paisaje presenta magníficos valles, ríos, cascadas, cañones y montañas, además de una riquísima fauna.
Durante el verano (de Diciembre a Febrero) el parque permanece cerrado debido a las intensas lluvias que ocurren en esta época. El resto del año puede visitarse, pero con cuidado con Septiembre que suele ser el mes más seco, llegando a unos 40°C.
Al sitio sólo se puede acceder con guías autorizados que se contratan en Alto Paraíso de Goiás o en São Jorge, las localidades más cercanas.
3. Chapada Diamantina
La Chapada Diamantina (Meseta Diamantina) es una región de 38.000 km² de sierras situada en el centro del estado brasileño de Bahía. Es tan grande que para conocer las principales atracciones del lugar necesitas al menos una semana.
Una de las atracciones principales es el Pozo Encantado. Entre las 10:30 y las 12:30 el sol lo ilumina y hace que el agua se vuelva más azul y cristalina, permitiéndote ver hasta las piedritas del fondo, a unos 60 metros de profundidad.
La localidad que sirve de base es Lençois, una pequeña joyita con calles empedradas y casas antiguas, que datan de los tiempos de los garimpeiros que hicieron explotación intensiva de diamantes en toda la zona.
4. Aparados da Serra, Rio Grande do Sul y Santa Catarina
Ubicado a 18km de la ciudad de Cambará do Sul, este magnífico parque ocupa 102.5 kilómetros cuadrados en la frontera entre Rio Grande do Sul y Santa Catarina. Tiene una increíble serie de cañones impresionantes, donde la tierra se abre y cae a profundidades de 720 metros.
El parque conserva uno de los últimos bosques de araucária del país, lo que le valió el estatus de protegido. Pero la principal atracción es el Cañón de Itaimbezinho, un estrecho cañón de 5800m de largo con paredes que van de los 600 a 720 metros.
Los senderos más tradicionales son dos, de baja exigencia física y para hacerlos sin guía: la Trilha do Cotovelo que concluye en el Itaimbezinho y la Trilha do Vértice, que llega hasta la cascada Das Andorinhas.
5. Chapada dos Guimarães, Mato Grosso.
Situado en el corazón de Brasil, Chapada dos Guimares nos ofrece una variedad de vida silvestre como en casi ningún otro lado de Brasil.
Además de la vida silvestre, el parque cuenta con más de 40 sitios arqueológicos, con pinturas rupestres y fósiles, y se piensa que los dinosaurios alguna vez anduvieron por esta región. Algunas personas consideran que el parque es un lugar mágico, y afirman haber visto ovnis, gnomos y hadas.
Es un destino ideal para los fanáticos del ecoturismo y amantes del treking. La mejor época para llegar al Parque es en verano, cuando uno se puede bañar en los saltos de agua y la vista desde lo alto es única. El salto Velo de Novia es una parada obligatoria, se trata de una hermosa cascada de 86 metros que representa la postal más representativa del lugar.