El chechen prieto o goao de costa (Metopium brownei) es un árbol perteneciente a la familia Anacardiaceae con tronco recto que alcanza 25 m de alto. Sus hojas crecen en espiral y están compuestas por 5 a 7 foliolos casi orbiculares. Es originario del sureste de México y la península de Yucatán. Produce una savia tóxica compuesta por urushiol y es irritante, puede producir dermatitis de contacto en la piel. Está compuesta de aceites saturados e insaturados y la reacción alérgica depende de la insaturación de la cadena alquilica .
¿Cómo se cura la reacción del árbol tóxico chechen?
El tratamiento es integral y consiste en cuidados de la piel – uso de jabón neutro, aseo gentil durante el baño, no usar estropajos ni esponjas, uso de crema emoliente varias veces al día. Si aparecen lesiones húmedas, aplicación de pastas secantes; en caso de inflamación grave (consultar a médico) pero es posible tomar dosis de loratamida o difenhidramina. También puede resultar útil una crema con betametasona, clotrimazol y gentamicina.
¿Existe un árbol que ayuda a curar la reacción del chechen? Conoce el árbol el chacáh
El antídoto es el árbol Bursera simaruba, del cual se utiliza la savia de justo debajo de la corteza, por vía tópica, y un té rojo hecho al hervir las hojas, se utiliza varias veces al día como un lavado o ungüento para aliviar la picazón y aumentar la velocidad de recuperación/curación.
Su madera es utilizada para leña, carbón, postes y agarraderas para herramientas; también es empleada para la elaboración de cajas y huacales para el transporte de frutas y verduras.
El árbol es de rápido crecimiento, se adapta favorablemente a sitios salinos o alcalinos y una vez establecido requiere de poca atención, por lo que se recomienda para ser utilizado en programas de reforestación y restauración ecológica. (Información tomada del jardín botánico “Los Gajos”)
El parque ecológico Xel-Há tiene en su interior el Jardín de Los Chacáhs, el cual año con año recibe la visita de personajes del cine, radio, televisión, literatura y deportes para plantar un árbol de Chacáh, junto a él dejan un pequeño mensaje para la posteridad, grabado en una piedra. Esto, tiene el propósito de fomentar la lucha por preservar el medio ambiente.
¿Cuántos días dura el Poison Ivy en el cuerpo?
También puedes pasar el aceite a otras partes del cuerpo con los dedos. La reacción por lo general se desarrolla de 12 a 48 horas después de la exposición, y dura entre dos y tres semanas. La gravedad de la erupción cutánea depende de la cantidad de urushiol que entre en contacto con la piel.
Leyenda Maya sobre Chechén
Cuentan que existió un rey maya llamado Chechén, que cometió terribles excesos con su pueblo. Al parecer, este malvado monarca tenía atemorizados a todos sus súbditos, a los que perseguía, acosaba, maltrataba e incluso llegó a matar, sólo por el placer de mantenerlos sometidos y aterrorizados.
La situación llegó a ser tan caótica que un buen día, el pueblo se sublevó y se levantó en armas contra su malévolo monarca. Chechén fue perseguido, acorralado y finalmente matado en el fragor de la revuelta, pero antes de morir juró que regresaría a vengarse de todos. Se le sepulto en mitad de la selva dejando su cuerpo alejado del pueblo.
Meses después, sobre su tumba comenzaron a brotar las primeras hojas de una planta no conocida hasta entonces. Continuó creciendo hasta convertirse en un árbol oscuro, recio y con veneno en sus venas que muy pronto empezó a extenderse como una plaga por toda la selva. Todo aquel indígena maya que entraba en contacto con su savia dañina padecía los males de aquel veneno.
El rey había conseguido mantener su maldad sobre la faz de la tierra incluso después de su muerte, manteniendo atemorizado a su pueblo. Ese árbol fue bautizado con el nombre de chechén.
Un tiempo después, una bellísima princesa maya con fama de bondadosa y muy querida por el pueblo, llamada Chacáh, desgraciadamente enfermo de gravedad y al cabo de un tiempo murió siendo joven y sus súbditos desollados decidieron enterrar su cuerpo junto a la tumba del temido Chechén para que su bondad alejara al temido fantasma del malvado monarca.
Pronto surgió de la tierra removida otro pequeño árbol, esta vez, con cualidades curativas. Era el chacáh, que también se extendería por la selva en la misma proporción que el chechén y, hoy en día casualidad o no, detrás de un chechén siempre hay un chacah.