Quizás no sea novedad que la naturaleza puede hacer que te sientas mejor, pero un estudio reciente revela que sus sonidos pueden hacer que tu cuerpo sane.
El estudio fue realizado por Rachel Buxton, una investigadora que trabaja en el departamento de biología de la Universidad de Carleton, en Ottawa, Canadá, y se publicó en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
Ella trabajó junto a otros colegas y lo que hicieron fue estudiar el efecto de los sonidos de la naturaleza, entre ellos el canto de los pájaros y la corriente de los ríos, tanto en la mente humana con en el dolor humano. Allí fue que encontraron que estos sonidos tienen un efecto positivos en esas dos cosas.
«Esto es bueno para lo que estamos llamando efecto positivo, cosas como sentimiento de tranquilidad», explicó Buxton sobre los hallazgos del estudio al sitio de noticias U.S. News and World Report. «Son buenos (los sonidos de la naturaleza) para aliviar el estrés y una amplia variedad de beneficios que vimos desde aliviar el dolor a mejorar el humor y la habilidad cognitiva… Creo que es realmente destacable, no solo que los sonidos naturales ofrecen estos beneficios, pero sino la variedad de beneficios en la salud«, agregó.
Respecto a qué tipos de sonidos las personas responden mejor, el equipo de investigación encontró que los paisajes sonoros que incluían pájaros tenían el efecto más duradero para reducir el estrés y sentimientos de irritación. «De hecho tenemos buena evidencia de que hay mayor beneficios para la salud al estar expuesto a la naturaleza, declaró George Wittemyer, coautor de la publicación, al sitio de noticias 9 News.
El estudio para conocer cómo afectan los sonidos naturales a las personas se realizó a lo largo de 251 sitios diferentes a lo largo de 68 parques nacionales de Estados Unidos. Mientras evaluaban los lugares, también encontraron que si bien se podía «escuchar» a la naturaleza en el 75% de ellos, una amplia cantidad de ruidos humanos, como bocinas de autos, se podían percibir en ellos. Frente a esto, los investigadores proponen hace run mayor esfuerzo para cuidar los espacios naturales.
«Le sugeriría a las personas que se tomen un momento para parar y escuchar. Experimentar los beneficios del sonido. Creo que es algo que por lo general pasamos por alto y lo damos por hecho«, señaló Wittemyer. «Deberíamos protegerlos. Deberíamos estar protegiendo el paisaje del sonido natural y asegurar que no lo inundemos con sonido«, agregó.