¿Te gusta nadar en el mar? Descubre por qué deberías ducharte inmediatamente después

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Es difícil entender el verano sin un refrescante chapuzón, ya sea en agua dulce o salada. Aquellos que optan por la playa, frecuentemente vuelven a casa con la piel cubierta de sal. ¿Este hecho supone algún riesgo para nuestra salud? ¿Nos tenemos que duchar después de cada baño en agua salada?

La doctora Marta Capella, dermatóloga del Hospital Universitari General de Catalunya (HUGC), confirma que, “como todas las cosas, siempre hay una parte positiva y una no tan positiva”.

Capella remarca que el agua salada actúa como antiinflamatorio y ayuda a “mejorar” algunas enfermedades de piel, como la psoriasis o el acné; también teniendo en cuenta que es necesaria una exposición al sol “moderada”. Detalla que el agua del mar también puede ser “positiva” para casos de rinitis y sinusitis, que causan inflamación de las mucosas nasales.

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La sal del mar tiene otros beneficios para nuestra piel, ya que también tiene “un efecto antiséptico y desinfectante” que ayuda a que pequeñas heridas, como arañazos, “cicatricen más rápidamente”. Ahora bien, la dermatóloga recuerda que este dicho no se aplica a todos los males e insiste en que debe evitarse el contacto con el agua salada si tenemos una herida mayor o, incluso, infectada.

Sí, la doctora del HUGC confirma, por lo tanto, que el agua del mar nos aporta muchos beneficios para la piel; pero también ha puesto sobre la mesa algunos riesgos que hay que prevenir. “La sal puede ser muy irritante, seca la piel y puede causar picor”, apunta Capella. Por eso, la profesional no duda en “recomendar que todo el mundo se duche para eliminar los restos de sal” después del baño. Consciente de que hay muchas playas que no tienen ducha o que no están activas por la situación de sequía, Capella propone que cada uno “se duche cuando pueda”, pero que no lo deje pasar.

Las mucosas de los ojos pueden ser unas de las más perjudicadas por el contacto con el agua salada. En este sentido, la dermatóloga propone que los bañistas “utilicen gafas o se laven bien los ojos una vez salgan del agua”.

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Éste es el último consejo de la doctora Capella: “Aplicarse crema hidratante en todo el cuerpo” después de haber eliminado los restos de sal en la ducha para evitar que se reseque la piel. No hace falta que sea una especial para después del sol, pero explica que si la crema está hecha con aloe vera, añadirá un toque refrescante.

Como ya hemos comentado, la sal del mar puede provocar irritación y picor, pero la doctora pide que no se confunda con el picor que “provocan otras patologías que aparecen después del baño”. Por ejemplo, se ha referido a la urticaria acuagénica, que provoca la aparición de unas habas en la piel y que se trata con antihistamínico.

También ha hablado del prurito del bañista, que se da sobre todo en las playas de países tropicales, donde el agua está más caliente. “Hay parásitos y sus larvas se quedan enganchadas al bañador, provocando mucho picor en la zona de la piel que ha sido en contacto con el bañador”, el cual desaparece con el paso de los días.

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