Los seísmos, de magnitud de 7,7 y 7,6, que azotaron el sureste de Turquía y norte de Siria el pasado lunes, se han cobrado al menos 21.000 víctimas mortales, así como decenas de miles de heridos. El mundo entero se ha visto conmocionado con las impactantes historias que se han viralizado luego de la catástrofe: desde una bebé recién nacida con el cordón umbilical intacto, hasta un padre que sostiene la mano de su hija fallecida tras el terremoto en Turquía y Siria, sin pasar por alto la misión de rescatistas y perros de diferentes partes del mundo que llegan a la zona afectada en busca de sobrevivientes.
Las autoridades turcas han empezado a evacuar a decenas de miles de damnificados por el terremoto del pasado lunes en el sureste de Turquía para alojarlos en otras partes del país eurasiático. En este intento por salvaguardar a la población local de los destrozos ocasionados en sus espacios urbanos y ante el temor de nuevos daños, la aerolínea nacional Turkish Airlines estableció un puente aéreo entre la región del seísmo y la parte occidental del país.
Tan solo con un operativo realizado este viernes 10 de febrero tiene previsto evacuar a casi 27.000 personas. «Habremos evacuado a 125.957 personas con los 709 vuelos desde el 6 de febrero hasta el final del día de hoy», expresó al respecto un portavoz de Turkish Airlines en Twitter.
Mientras tanto y según ha trascendido, la agencia de gestión de desastres y emergencias (AFAD) informó este jueves que ha trasladado unas 30.300 personas de las zonas del desastre a otras provincias. Además, la Armada turca pondrá a disposición de las autoridades cinco buques militares para transportar a la gente de aquellas zonas costeras donde no quedan edificios habitables.
En cuanto a los evacuados, serán alojados de forma temporal en hoteles de las ciudades turísticas de la costa sur de Turquía, como Antalya, donde ahora es temporada baja y la zona se encuentra con poca ocupación. Al mismo tiempo se usarán instalaciones de diversas instituciones estatales, como el ministerio de Educación o el ministerio de Juventud y Deportes, para acoger a las víctimas del terremoto sin hogar.
En las 10 provincias afectadas por el seísmo vivían unos 13,4 millones de personas, cientos de miles de ellas se han quedado sin hogar tras el seísmo. Al margen de los transportes organizados, otras decenas de miles de personas partieron por su cuenta hacia las provincias occidentales para refugiarse junto a familiares y amigos, causando enormes atascos en las carreteras.