En los Alpes suizos se encuentra una impresionante ciudad que en tiempos antiguos formó parte del Sacro Imperio Romano Germánico. Thun se erige a lo largo de un extenso lago y es considerada una de las más hermosas de Suiza. Según los expertos, ha estado habitada durante milenios y su nombre deriva del celta, significando «ciudad fortificada». Su ubicación junto a un paisaje idílico, con una laguna de aguas turquesa y una gran cantidad de edificios históricos perfectamente conservados, contribuyen a su belleza. El río Aar, que fluye desde el lago Thun, juega un papel central en esta ciudad, hogar de más de 40.000 personas y visitada anualmente por miles de turistas ansiosos por explorar sus encantos.
Thun, un lugar de ensueño, se encuentra adornado con adoquines que decoran sus calles, un centro histórico impresionante, una imponente iglesia blanca, aceras elevadas y vistas increíbles al lago, todo bajo la atenta mirada de un majestuoso castillo medieval. Estos elementos hacen de Thun una de las ciudades más hermosas de Suiza y la capital estival del país. Además, destaca por ser una ciudad fortificada que albergó a Napoleón III, donde los puentes de madera y los edificios coloridos son emblemáticos. A pesar de su tamaño reducido, el encanto de este lugar cautiva a todos los que lo descubren, convirtiéndolo en un destino que todos anhelan visitar.
¿Qué se puede ver en Thun?
En tu viaje a la ciudad suiza de Thun, hay una infinidad de monumentos y edificios que no puedes dejar de visitar. El más famoso e impresionante de todos es el castillo, construido por los duques de Zähringen en el siglo XII, en lo alto de una colina, desde donde gobernaban toda la villa. Destaca su imponente torreón, erigido alrededor del año 1185, así como las antiguas mazmorras que solían ser utilizadas como prisión para aquellos que violaban las leyes. En la actualidad, esta fortaleza se ha convertido en un museo visitable donde se pueden apreciar elementos de la época, así como explorar diferentes salas, como la Sala de los Caballeros, y disfrutar de amplios balcones desde los cuales se puede contemplar el perfil de la ciudad de Thun.
En Thun, otra visita imprescindible es la Iglesia Central, que ha conservado su torre original desde el año 1330. Este edificio emblemático es el principal templo católico de la ciudad y cuenta con una sala de sermones que acoge a cientos de feligreses cada año. Actualmente, la iglesia está en proceso de reconstrucción, siguiendo fielmente las indicaciones de los planos recuperados del año 1738. Como se mencionó anteriormente, Thun es una ciudad amurallada, por lo que no se puede pasar por alto una visita a su imponente muralla, que aún conserva algunos tramos originales. Dentro de esta muralla se encuentra la estatua de Fulehung, un personaje históricamente popular entre los habitantes, que distribuye golosinas a los más pequeños y representa a un bufón del rey Carlos el Temerario.
Como culminación de un viaje impresionante por Thun, no puedes dejar de visitar el Puente Obere Schleuse, que significa «compuerta superior» y conecta la ciudad sobre el río Aar. Esta magnífica pasarela fue construida en 1725 y desde entonces ha desempeñado funciones de presa, además de convertirse en el lugar favorito de los surfistas para practicar su deporte en el río. No hay duda de que Thun se ha ganado su reputación como una de las ciudades más hermosas del país y la capital estival de Suiza, gracias a sus impresionantes paisajes y monumentos.
