Debido a las sequías causadas por la fuerte ola de calor que se vive en dicho país, recientemente en el río Yangtze, en China, emergieron tres estatuas budistas que aparentan tener al menos 600 años de antigüedad y que se encontraban ocultas por el agua.
La estatua que más llamó la atención de los investigadores es una que representa a un monje sentado en un pedestal de loto, algo tan curioso como importante para la historia de los chinos, y podría haber sido construida hace aproximadamente unos 600 años de antigüedad, durante las dinastías Ming y Qing.
En un comunicado de prensa, el Ministerio de Recursos Hídricos de China dijo que la histórica sequía en toda la cuenca del río Yangtze está afectando negativamente la seguridad del agua potable de la población rural y el ganado, y el crecimiento de los cultivos.
China combate la sequía con lluvias artificiales
Distintos departamentos meteorológicos de las provincias de Hubei (centro) y Hunan (centro) están utilizando a sus «cazadores de nubes» para provocar lluvia con unos cohetes que vuelcan en las nubes sustancias condensadoras como el yoduro de plata, lo que acelera las precipitaciones.
China ha estado tratando de alterar el clima desde mediados del siglo pasado, aunque empezó a aplicar sus experimentos en eventos importantes desde que Pekín fuera sede de los Juegos Olímpicos en 2008, en ese caso para garantizar un clima seco en la capital durante la celebración del gran evento deportivo.
A través de satélites, aviones, estaciones de radar móviles e inteligencia artificial, las autoridades meteorológicas tratan de predecir el movimiento del aire húmedo para poder ejecutar operaciones de siembra de nubes.