En un nuevo libro que habla sobre Donald Trump, se cuenta cómo el presidente de Estados Unidos jugaba con la idea de crear una trinchera y llenarla de caimanes, en la frontera. De hecho, deja en claro que consultó cuánto saldría hacer algo así.
Se ha afirmado que el presidente de los Estados Unidos también sugirió que los soldados deberían disparar a los migrantes, más tarde propuso dispararles en las piernas en un intento por frenarlos.
‘Border Wars: Inside Trump’s Assault on Immigration‘ es un nuevo libro escrito por Michael D. Shear y Julie Hirschfeld Davis, corresponsal de New York Times en Washington, que escriben sobre cómo Trump, de 73 años, habló sobre el foso lleno de cocodrilos durante una reunión privada.
El libro también sugiere que planeó electrificar el muro fronterizo y agregar puntas al borde superior y tener así otra dificultad para quienes intentaran escalarlo.
MailOnline informó que se reveló que el presidente consideró un plan de diseño que involucraba una superficie anti-escalada y cilindros metálicos redondeados, pero luego dijo que no le gustaba la apariencia y que los puntos metálicos se verían más intimidantes.
Aparentemente los picos no solo cortarían las manos de los escaladores, sino que serían más efectivos para disuadir a las personas de escalar la pared en primer lugar, y se verían más amenazadoras visualmente.
Una persona que estuvo presente durante los planes fronterizos sugeridos fue Kirstjen Neilsen, la secretaria de seguridad nacional de la época.
El libro continúa diciendo que Trump rutinariamente reprendió a la Sra. Nielsen por ineficaz y, lo que es peor, al menos en su opinión, no ser lo suficientemente dura con las políticas asociadas al muro fronterizo.
El presidente Trump llegó a la conclusión de que un cierre completo de la frontera era la única forma de lidiar con los migrantes que cruzaban la frontera mexicana.
Las ‘Guerras fronterizas: dentro del asalto a la inmigración de Trump’ saldrá a la venta el próximo 8 de octubre.
Trump autoriza la explotación del Bosque Nacional más grande de Estados Unidos
El presidente Trump le dio instrucciones al secretario de Agricultura, Sonny Perdue, para eximir al Bosque Nacional Tongass de 67 millones de hectáreas, ubicado en Alaska, de las restricciones de tala impuestas hace casi 20 años.
La medida afectaría a más de la mitad de la selva tropical templada intacta más grande del mundo, abriéndola a posibles proyectos de tala, energía y minería.
Los políticos han luchado durante años por proteger el bosque de Tongass, un tramo masivo del sureste de Alaska repleto de viejos abetos, cicuta y cedro, ríos con salmón y fiordos dramáticos. Por lo que la decisión de Trump, atrasaría años de esfuerzo y trabajo de gestiones anteriores.
Si el plan de Trump tiene éxito, podría afectar a 40 millones de hectáreas. Continuar leyendo…
