El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó que se restrinjan temporalmente los viajes desde Brasil, en donde los casos de COVID-19 están aumentando, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, en un comunicado el domingo.
La orden, programada para entrar en vigencia a las 11:59 p.m. el jueves, suspende la entrada a los EE. UU. para ciudadanos extranjeros que «estuvieron físicamente presentes en la República Federativa de Brasil durante el período de 14 días anterior a su entrada o intento de entrada a los Estados Unidos».
Hay excepciones para los que posean permisos de residencia permanente en Estados Unidos y para los cónyuges de estadounidenses que residen en el país. Antes de tomar esta decisión, sólo había nueve vuelos semanales en operación entre Brasil y Estados Unidos, todos ellos con destino a Florida y a Houston, Texas.
La nueva medida no se aplica a ciudadanos estadounidenses, residentes legales permanentes ni a sus familiares.
«Estas nuevas restricciones no se aplican al flujo de comercio entre Estados Unidos y Brasil», aclaró la vocera de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, a través de un comunicado. La medida, sin embargo, supone un nuevo y duro golpe para el presidente Jair Bolsonaro y expone aún más el desmanejo de la crisis sanitaria.
Brasil es el segundo país más afectado del mundo por la pandemia, apenas superado por Estados Unidos: ya registra 347.398 infectados y 22.013 muertes por el nuevo virus. Aunque de acuerdo con diversos estudios, la cifra real de casos podría ser hasta 15 veces mayor debido al preocupante subregistro de casos en el país, que lucha ahora por ampliar la capacidad de los laboratorios.
La administración de Trump previamente restringió los viajes desde China a fines de enero e Irán en febrero. En marzo, semanas después de que el virus ya se había asentado en Europa, las restricciones se extendieron al Área Schengen, que incluye a 26 países europeos, así como al Reino Unido e Irlanda.
