Un grupo de turistas que realizaba el tradicional paseo en lancha por el lado argentino de las Cataratas del Iguazú vivió una experiencia única e inesperada: un yaguareté apareció en la orilla del río, ofreciendo un espectáculo tan breve como inolvidable.
El avistamiento ocurrió mientras la embarcación recorría el tramo argentino del río Iguazú, rodeado por la densa selva misionera y el estruendo de los saltos de agua. De repente, entre la vegetación, emergió un imponente felino que caminaba con calma sobre una franja de arena blanca, bajo la mirada atónita de los pasajeros.
El momento fue grabado por el tripulante Ángel Trinidad, quien mantuvo la serenidad y logró capturar imágenes que luego se viralizaron en redes sociales. En el video puede verse al yaguareté observando el bote durante unos segundos antes de regresar con elegancia a la espesura del monte.
Según confirmaron los investigadores del Proyecto Yaguareté, el ejemplar era Kunumí, una hembra identificada por el patrón de sus manchas y un collar GPS que forma parte del programa de monitoreo del corredor verde misionero. Este proyecto, desarrollado junto al Onças do Iguaçu de Brasil, busca proteger a la especie en una de las últimas zonas donde aún habita el yaguareté en libertad.
El paseo conocido como Gran Aventura lleva a los visitantes desde la ribera argentina hasta el corazón del cañón de las Cataratas, pasando por puntos emblemáticos como el Salto San Martín. Aunque los guías suelen advertir que los avistamientos de fauna dependen del azar, este tipo de encuentros, aunque raros, recuerdan que la selva sigue viva y que sus verdaderos dueños aún caminan en silencio entre los árboles.
Por unos instantes, el rugido del agua cedió su protagonismo al rugido invisible de la naturaleza salvaje. Kunumí, la guardiana de la selva, se convirtió en símbolo de esperanza para la conservación del yaguareté, el gran felino americano que aún resiste en el corazón verde de Misiones.
