Escondido en un rincón poco revelado de Central Park, hay un árbol que guarda un secreto especial. Durante una temporada del año, revela su identidad como un conmovedor memorial navideño dedicado a las mascotas. Este árbol, adornado con cientos de fotos plastificadas, notas y recuerdos, es un homenaje a las queridas mascotas que ya no están.
Milo es recordado como «Un buen chico», los «Hermanos Al Dente» son eternamente amados, Sherman, la tortuga de caja oriental, y la intrépida ardilla de Central Park, la Srta. Parker, tienen también su lugar especial en este árbol.
El árbol es decorado cada año por el «Guardián del Árbol» y voluntarios. Entre Acción de Gracias y el Día de Reyes, brilla como una expresión pública de amor y afecto. Después de la temporada navideña, cada recuerdo es guardado cuidadosamente para ser colocado nuevamente en las festividades siguientes.
El sábado, un grupo de Ever Walk, una iniciativa de senderismo, llevó nuevos recuerdos al árbol. Entre ellos, Kendra Oleckna y su marido honraron a su querido Jazz, una pomerania fallecida hace un año.
Este conmovedor ritual comenzó en la década del 80 cuando Jason Reddock, paseando a su perro, vio un árbol con juguetes para mascotas. Con el apoyo de Nicki Gallas y otros, este árbol se transformó en un memorial para mascotas.
Marianne Larsen, actual cuidadora del árbol, compartió que la pandemia ha aumentado la afluencia de recuerdos. En 2020, se agregaron 200 fotos; en 2021, otras 200; y este año se espera alcanzar 750 recuerdos.
El lugar del árbol se mantiene en secreto, pero cada festividad atrae a quienes desean honrar a sus mascotas. Kelli Lipson y su novio, junto a su perro Jakes, se acercaron al árbol para recordar a Nando, su bulldog francés fallecido.
Estos recuerdos no solo son tributos a las mascotas, sino también testimonios de vidas que cambiaron y legados que perduran. En este rincón especial de Central Park, el amor por las mascotas brilla con la misma intensidad que las luces navideñas.
