En la apertura de la temporada en el Limay Medio, entre Neuquén y Río Negro al norte de la Patagonia, Norberto, proveniente de Buenos Aires, vivió una experiencia inolvidable al atrapar una impresionante trucha marrón. «Es la trucha marrón más grande que pesqué en mi vida», expresó emocionado Norberto, mientras posaba junto a su captura, según el relato del guía Pablo Oscar Blasco.
El jueves, en el embalse Ramos Mexía, en medio de un caudal inusual por la liberación de agua de la represa de Pichi Picún Leufú, Norberto se encontró con la trucha de sus sueños. A pesar de las dificultades del viaje y una confusión en la compra del pasaje que lo llevó a Bariloche en lugar de Neuquén, Norberto no pudo ocultar su alegría al unirse al grupo de amigos de Pablo. Juntos, lograron capturar varias truchas arcoíris y una impresionante marrón, la estrella del día.
Pablo, conocedor del lugar desde su infancia gracias a las enseñanzas de su padre, describió el entorno pintoresco, entre sauces, pedreros y bandadas de avutardas, donde se encuentra el campamento LMD, equipado con todas las comodidades necesarias para los pescadores. Según Pablo, estas truchas marrones, denominadas transitorias, son una rareza en la apertura de la temporada y se mostraban cromadas y resplandecientes.
El equipo utilizado para la captura incluyó una caña 6, línea de hundimiento shooting y una mosca blanca que imitaba alevinos de pejerrey. A pesar de la gran captura, las conversaciones entre los pescadores no se limitaron a las anécdotas divertidas, ya que surgieron preocupaciones sobre el acceso a las costas del Limay Medio y los impactos ambientales de las represas en la zona.
La historia de Norberto y su inolvidable pesca en el Limay Medio, relatada por el diario, destaca la belleza y la diversidad de la región patagónica, así como la pasión compartida por la pesca entre amigos.
