Nicolás Krumm, cronista de Chilevisión, se encontraba realizando un móvil en el que justamente informaba un robo ocurrido en una vivienda cercana. Para sorpresa de los presentes, un loro desciende a su hombro, con mucha confianza y en ese momento, le arrebata el auricular. «Se robó mi audífono», dijo estufecto ante la risa de un compañero.
“Estábamos haciendo un despacho para el mediodía y entremedio siento una presencia muy cerca mío y me di cuenta que era un loro”, comentó el periodista. Cuando en realidad, se trata de una cotorra argentina (Myiopsitta monachus) aunque en muchos lugares también se las conoce como «catitas».
“Traté de advertirle al camarógrafo porque era algo pintoresco”, comentó divertido el cronista y siguió: “Creo que le llamó la atención mi audífono porque se alcanza a ver que el lorito queda ahí y como que mira de reojo y yo tengo que seguir hablando».
Para sorpresa de todos, Krumm y el camarógrafo, luego de cumplir con su tarea para el noticiero, se pusieron a buscar el auricular en las inmediaciones, y lo encontraron en un lugar cercano. “Finalmente lo logramos encontrar. Justo el camarógrafo, por suerte, gran valor, lo encontró en el pasto y pudimos salvar el audífono”, dijo el periodista.
El ave, en tanto, no pudo volver a ser hallada. “El loro sigue prófugo, ese es el tema”, bromeó Krumm.
Veterinarios opinaron acerca del comportamiento inusual del ave aduciendo que ésta seguramente fue domesticada. Se especula que pudo haberse criado con humanos por eso su carácter dócil e incluso «confianzudo». «Seguro le llamó la atención el aparato, son muy curiosas esas aves, yo tenía una que hablaba», comentó un internauta en la red social del pajarito.
