Lo que comenzó como un vuelo rutinario de United Airlines terminó convirtiéndose en una anécdota que arrasó en redes sociales gracias a un inesperado gesto del piloto Scott Wardle. Todo empezó cuando, en pleno vuelo, un pasajero sufrió un desmayo. Sin dudarlo, Wardle decidió aterrizar de emergencia en Albuquerque para que el afectado recibiera atención médica inmediata.
Sin embargo, el aterrizaje trajo consigo un nuevo problema: la tripulación del avión no podía continuar debido a que había excedido su tiempo de servicio permitido. Esto dejó a los 155 pasajeros varados en la terminal del aeropuerto, justo cuando el patio de comidas estaba cerrado y las horas de espera comenzaban a acumularse.
Lejos de quedarse de brazos cruzados, Wardle tomó una decisión inesperada: pidió 30 pizzas para alimentar a todos los pasajeros. No solo organizó la cena improvisada, sino que personalmente ayudó a repartir las porciones en un gesto que rápidamente ganó aplausos.
El momento fue capturado por Tanya Stamos, una pasajera, quien lo compartió en redes sociales. «Nuestro piloto es increíble. Compró pizzas y se aseguró de que todos estuviéramos bien atendidos», escribió junto a una foto del piloto rodeado de cajas. La publicación no tardó en volverse viral, acumulando miles de comentarios y reacciones.
“¡Eso sí es preocuparse por sus pasajeros!”, comentó un usuario. Otro añadió: “Gente como él hace la diferencia en situaciones tan estresantes”.
Lo que pudo haber sido una noche de frustración terminó siendo una muestra de empatía y liderazgo, dejando a los pasajeros con una historia inolvidable y al piloto como el protagonista de un gesto digno de aplauso.
