Churchill es un pueblo canadiense ubicado en el Ártico y está programando radares para poder avisar a las personas cuando un oso polar se acerca a los límites del pueblo. De esta forma, el alerta permite advertir a las personas de posibles encuentros que pueden tener con estos animales, los cuales pueden llegar a ser peligrosos.
Churchill se encuentra en la bahía de Hudson y los osos que se encuentran allí esperan al invierno para poder ir al hielo a cazar focas y alimentarse. Sin embargo, en el mientras tanto, estos animales representan una amenaza para las casi 900 personas que viven allí. Cabe destacar que el pueblo es conocido como la capital mundial de los osos polares, teniendo en cuenta la alta concentración de animales que hay en el transcurso del otoño. Actualmente, por esta razón el pueblo se encuentra trabajando para lograr prevenir los encuentros entre las personas y los osos hambrientos utilizando radares.
El sistema de radares que planean instalar permite observar y advertir cuando un oso se acerca. Es importante tener en cuenta que este sistema funciona incluso en medio de una tormenta de nieve o en medio de la oscuridad de la noche. «El radar puede ver a través de todo eso«, dijo Geoff York, director de conservación de Polar Bears International, quien estuvo entrenando el sistema de radares que funciona con inteligencia artificial. El entrenamiento se realizó a lo largo del año para que pudiera identificar a los osos que se encuentran en la tundra cerca del pueblo, según informó la agencia de noticias Reuters.
«Es una nueva manera de mantener las comunidades o los campamentos seguros«, agregó York. Los planes que tienen es instalar este sistema por primera vez el año próximo, 2021, y el lugar elegido es un sitio turístico donde se realizan campamentos, cerca de Longyearbyen. Allí, según informó la agencia de noticias, un oso polar mató a un hombre en Agosto, más tarde las autoridades le dispararon al oso para prevenir otro ataque.
Teniendo en cuenta el impacto del calentamiento global en el Ártico, con el hielo formándose cada vez más tarde, los osos se encuentran en la costa por períodos de tiempo más largos. «Estamos planteando este perfecto escenario para el aumento de las interacciones personas-osos y el aumento de conflictos personas-osos. Estamos tratando de adelantarnos a eso«, dijo York.