El jueves por la mañana, un potente sismo de magnitud 7.0 sacudió el norte de California, con epicentro a unas 62 millas al oeste de Ferndale. Este evento sísmico, registrado a las 10:44 a.m. hora local, activó una alerta de tsunami que abarcó desde la frontera con Oregón hasta Santa Cruz, la cual fue cancelada poco después.
¿Qué ocurrió?
El movimiento telúrico, descrito como un terremoto de deslizamiento, se produjo a solo seis millas de profundidad, lo que lo convirtió en un temblor relativamente superficial pero ampliamente sentido en el condado de Humboldt y hasta en San Francisco. Más de 1.3 millones de personas lo percibieron, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños estructurales significativos, aunque algunas réplicas y un segundo sismo de magnitud 5.8 en el condado de Lake generaron inquietud entre los residentes.
Una región altamente sísmica
El epicentro se localizó en la falla de Mendocino, donde coinciden tres placas tectónicas: un área conocida por su intensa actividad sísmica. Harold Tobin, director de la Red Sísmica del Noroeste del Pacífico, señaló que esta región es el punto más activo de California en las últimas décadas.
“Este es el lugar donde termina la zona de subducción de Cascadia hacia el sur y comienza la falla de San Andrés. No es una sorpresa que se produzca un terremoto de esta magnitud”, explicó Tobin.
La zona de subducción de Cascadia es particularmente peligrosa, ya que podría provocar terremotos de magnitud 9.0 con tsunamis de hasta 100 pies de altura.
Impacto en la comunidad
En San Francisco, el temblor obligó a suspender temporalmente el servicio de tránsito BART en el túnel submarino entre San Francisco y Oakland. Además, el Zoológico de San Francisco evacuó a sus visitantes como medida de precaución y trasladó al personal a áreas más seguras.
Aunque la alerta de tsunami fue cancelada rápidamente, los mensajes en los teléfonos de residentes de Santa Cruz y otras áreas generaron alarma, instándolos a trasladarse a terrenos elevados.
Por ahora, la calma ha vuelto a la región, pero el evento recuerda la constante actividad sísmica que define esta área de California y la importancia de estar preparados para futuros movimientos telúricos.