Advertencia: Una pareja de pingüinos hembras adoptó a su primera cría, por lo tanto avisamos que el contenido de ternura de esta nota puede ser un poco alto.
Sucedió en el acuario Oceanografic Valencia, ubicado en Valencia, España. Es el acuario más grande e Europa, según establece en su página oficial, y «se configura como un centro científico, educativo y recreativo de primer orden«.
Electra y Viola son las protagonistas de esta hermosa historia, quienes adoptaron, incubaron y criaron un huevo de otra pareja. Si bien esto no se trata de un caso particular, porque las parejas del mismo sexo es algo común que se da en más de 450 especies de animales, es la primera vez que sucede en este acuario de España.
Los cuidadores de la pareja notaron que ellas estaban teniendo actitud y acciones que son comunes antes de la reproducción. Por ejemplo, estaban construyendo su nido de piedras. Al observar esto, decidieron darles un huevo fértil de otra pareja para que pudieran participar de todo el proceso de reproducción.
Electra y Viola se convierten en la tercera pareja de pingüinos en incubar huevos en el Oceanográfic, aunque la primera del mismo sexo.
Pingüinos y reproducción
Para las y los pingüinos en particular la reproducción es un proceso que se lleva a cabo de a dos. Toda acción es compartida por ambas partes de la pareja.
Empieza con la construcción del nido con pequeñas piedras ubicadas de forma circular y que es armado con sumo cuidado. Las piedras son un bien preciado para esta especie, al punto en que suelen formar parte del cortejo antes de que la pareja esté constituida.
Luego, la incubación del huevo también es compartida. EL padre y la madre, o ambas madres, o ambos padres, se van turnando por día para llevarlo y protegerlo. Por lo general, según la información que brinda Oceanografic, los huevos «eclosionan a los 38 días y los polluelos se suelen independizar a los 75 días con un peso aproximado de 6-7 kilogramos«.
En 2018 una historia similar tuvo lugar en el acuario australiano Sea Life Sydney Aquarium cuando Sphen y Magic, dos pingüinos machos, adoptaron su primera cría. En el caso de Sphengic, como es conocida la pareja, cuando notaron que la pareja se estaba preparando para construir un nido les dieron algo que simulaba ser un huevo pero no era real.
Más adelante, cuando la gente del acuario notó el compromiso que tenían con el proceso de incubación, decidieron darles un huevo real y, como toda pareja de pingüinos, se turnaron hasta que la cría nació.