En el vertiginoso mundo de los viajes en avión, cada minuto cuenta y la puntualidad es la norma de oro. Sin embargo, hay ocasiones en que los retrasos, más allá de las razones convencionales, como las dificultades climáticas o los problemas técnicos, toman un giro inesperado. En ese sentido, el pasado 6 de octubre, un vuelo de la aerolínea Volaris que viajaba de Guadalajara a la Ciudad de México vivió un inusual contratiempo cuando un enjambre de mosquitos invadió la cabina del avión, provocando un retraso de varias horas donde el desconcierto se apoderó de la tripulación y los pasajeros mientras intentaban lidiar con la situación.
A pesar de que el vuelo estaba programado para despegar a las 16:30, la presencia de los molestos insectos obligó a retrasar su salida hasta las 19:00, según informó la aerolínea.
Asimismo, la pasajera Elizabeth Esmeralda Minjarez Corona capturó el momento en vídeo, mostrando a los asistentes de vuelo agitando frenéticamente los brazos y aplicando repelente de insectos mientras los mosquitos revoloteaban por la cabina. Sin embargo, la pregunta que todos se hacen es: ¿Cómo lograron los mosquitos infiltrarse en el avión?
Antecedentes del incidente
Aunque no existe una explicación oficial y el misterio persiste, no es la primera vez que ocurre un incidente de estas características en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara. En los años 2019 y 2022, la aerolínea experimentó unas invasiones similares, lo que plantea preguntas sobre las medidas de control de plagas en el aeropuerto y la necesidad de abordar la fuente subyacente del problema poniendo de relieve la importancia de las condiciones ambientales de las zonas próximas a los aeropuertos. Ya que, de lo contrario, se pueden dar situaciones tan extraordinarias como esta. En ese sentido, los medios locales señalan que la cercanía de varias masas de agua contaminada y las continuas inundaciones de la zona podrían haber creado las condiciones propicias para la proliferación de estos insectos.
Por último, a medida que las autoridades investigan cómo estos intrusos alados lograron interrumpir el viaje, queda claro que la invasión de mosquitos ha dejado una marca singular en la historia de los vuelos del Aeropuerto Internacional de Guadalajara.