La pandemia lo ha cambiado todo: no solamente nos ha hecho replantearnos por completo nuestros hábitos sino que incluso nos ha alejado (físicamente) de nuestros seres más queridos.
Y la distancia social puede resultar a veces como un gran juego de adivinanzas: podemos estimar, pero es difícil saber si realmente estamos poniendo suficiente espacio entre nosotros para mantenernos seguros, especialmente en lugares públicos concurridos, en donde las multitudes se mueven.
Para intentar resolver este problema, el estudio de diseño con sede en Italia Caret Studio ha creado una instalación en una plaza pública como guía para las personas que regresan a los espacios públicos después del cierre.
La instalación, llamada StoDistante, se compone de cuadrados blancos pintados sobre los adoquines de la Piazza Giotto en Vicchio, una ciudad cerca de Florencia. Los marcadores, ubicados a 2 metros de distancia y pintados con pintura removible, sirven como representaciones visuales de distanciamiento social y muestran dónde las personas pueden pararse para mantener una distancia segura entre sí.
En su sitio web, Caret Studio describe la instalación como «una solución temporal para un uso consciente de la Piazza Giotto de Vicchio bajo las medidas de seguridad actuales de Italia».
StoDistante se concibe como una plataforma para que los ciudadanos reactiven los espacios abiertos a través de la organización de una serie de iniciativas a medida que las restricciones se flexibilizan en las próximas semanas.
Aunque por el momento esta instalación sólo se puede encontrar en Vicchio, el estudio espera poder instalarlo en otras ciudades de Italia en el futuro.
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Utilizan coloridas cintas adhesivas para establecer pautas de distanciamiento social en espacios públicos en Singapur
Dado que el coronavirus nos ha obligado a repensar lo cerca que estamos el uno del otro, las empresas y ciudades enteras han tenido que ser creativas acerca de cómo imponen las pautas de seis distanciamiento social.
Un simple rollo de cinta ha demostrado ser una forma efectiva de promover estas prácticas, y la cuenta de Instagram @tape_measures nos muestra algunos de sus usos en la ciudad de Singapur.
El uso de cinta demuestra su poder para frenar el comportamiento humano, así como su versatilidad. La forma más común en que se emplea el material es para disuadir a las personas de sentarse o pararse en ciertos lugares específicos.
