La tribu Banjau de Indonesia es un grupo como ningún otro, ya que son los primeros humanos conocidos que se han adaptado genéticamente al buceo.
La tribu vive una vida anfibia y ahora se ha demostrado que tiene la composición genética para hacerlo.
El pueblo banjau ha vivido frente a las costas de Indonesia durante más de 1.000 años, viviendo en casas flotantes y pasando gran parte de sus vidas en el mar.
También son muy hábiles en el buceo en apnea y la pesca con lanza.
No hace falta decir que los banjau son buenos nadadores y son conocidos por tener capacidades pulmonares extraordinarias.
Los miembros de la tribu pueden bucear hasta 70 metros usando solo un juego de pesas y un par de gafas de madera.
Melissa Ilardo, de la Universidad de Cambridge, estudió a los banjau para su doctorado y explicó a la BBC: «Se sumergen repetidamente durante ocho horas al día y pasan alrededor del 60 por ciento de su tiempo bajo el agua«.
Sin embargo, no son solo las habilidades las que ayudan a que los banjau tengan esta ventaja en el buceo, ya que en realidad tienen una mutación genética única, conocida como el «gen del nómada marino», que también les ayuda en su capacidad de buceo.
El bazo desempeña un papel importante en la respuesta humana al buceo, que se activa cuando un cuerpo se sumerge en agua.
Durante esta respuesta, el bazo se contrae para inyectar glóbulos rojos oxigenados en la circulación, lo que puede aumentar el oxígeno en la sangre de un ser humano en un nueve por ciento.
Por lo tanto, tiene sentido que tener un bazo más grande les dé a los banjau una ventaja genética a la hora de contener la respiración y nadar bajo el agua.
El Dr. Ilardo dijo: «No hay mucha información sobre el bazo humano en términos de fisiología y genética, pero sabemos que las focas que bucean a gran profundidad, como la foca de Weddell, tienen bazos desproporcionadamente grandes».
«Pensé que si la selección actuaba sobre las focas para darles bazos más grandes, potencialmente podría hacer lo mismo en los humanos».
Y añadió: «Creemos que en los Bajau tienen una adaptación que aumenta los niveles de hormona tiroidea y por lo tanto aumenta el tamaño de su bazo».
«Se ha demostrado en ratones que las hormonas tiroideas y el tamaño del bazo están conectados. Si se altera genéticamente a los ratones para que tengan ausencia de la hormona tiroidea T4, el tamaño del bazo se reduce drásticamente, pero este efecto en realidad es reversible con una inyección de T4».
Como los banjau no bucean de manera competitiva, es difícil saber exactamente cuánto tiempo permanecen bajo el agua.
Sin embargo, anecdóticamente, las tribus afirman haber estado bajo el mar durante hasta 13 minutos.
Lamentablemente, el estilo de vida de estos nómadas marinos está actualmente amenazado.
Sus hábitos nómadas significan que pueden tener dificultades para obtener la ciudadanía, además la pesca comercial ha devastado su suministro de alimentos.
No obstante, estas personas extraordinarias ofrecen pruebas vivientes de la selección natural, lo cual es verdaderamente notable.