Valparaíso, una ciudad que enamora

Autor: Carlos Bryant
Redactor
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Había tardado en agarrar carretera en Chile. Tengo viajes pendientes por contar y no termino de organizarlos en mi cabeza. Es que, siento que tengo más de un año viajando. Me gusta creerme mi historia. Al final no pertenezco a nada, voy de paso, tomo lo que necesito y sigo.

[leer más] ????Ustedes no saben cuánto he tenido que hacer solo. He pensado que por nacer acompañado la vida me puso un camión de soledades, que incluso como decía Mario, podría organizarlas como una procesión: por colores, tamaños y promesas, por época, por tacto y por sabor. No sufro, tampoco se lo crean, soy un tipo distante y al final sé que no estoy solo. Mis afectos danzan por el mundo. Cuando logramos encontrarnos, tiembla, cuando nos despedimos, tiembla. Porque les digo una cosa, los afectos son los afectos, como los hayan logrado construir, consérvenlos. Lo que les quiero decir, es que la vida es ya. Solo o acompañado hay que moverse. Porque de la espera nace la esperanza y como decía Girondo, la esperanza dispone de tantos terrenos baldíos #ValpoExpress

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Hay días en los que, el despertador te saca de la cama de un tirón, como cuando me levanté con ganas de irme a Valparaíso. Esa naturalidad para meter lo que necesitas en un bolso, tomar el desayuno y partir sin prisa, es lo que más me gusta de mis maneras de viajar. Sin itinerarios porque no soy un turista, sin la prisa de llegar tarde a la terminal, porque resulta que aún no compro un pasaje. Soy yo, las ganas y un bolso para sobrevivir un día: agua, libros, iPod y un sándwich para cuando el hambre ataque. Si pasa algo más, tocará resolver en el camino.

Valparaíso es nostalgia, es poesía, es un café en una tarde de invierno. Es lo primero que noto cuando llego. Hago una fila para recoger un mapa gratis, aunque mi torpeza con los mapas sea irremediable. Es como darme una oportunidad. Termino perdiéndome y llegando a los lugares de causalidad. No tengo a donde ir la verdad, mi intención es moverme.

Para que no digan que no vine #ValpoExpress ????

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Cuando camino veo postales en las esquinas, porque eso también es Valparaíso, una postal del tamaño de una ciudad. Comienzo a sentir los olores del pacífico y las frutas y las empanadas de la señora que a todo pulmón grita la mercancía que vende. Es sábado, la ciudad vibra, hace frío para mi gusto. Intento caminar pero solo doy con cúmulos de gente y pequeños mercados itinerantes. Soy yo y mis ganas de llegar a algún lugar. Agarro el primer bus que pasa, no tengo idea de cómo es el transporte en la ciudad. Me tomo mi tiempo para pagar. Termino cerca del puerto y comienzo a darle pata por todos los recovecos.

Ando contando con fotos un viajecito en la etiqueta #ValpoExpress porque para mañana es tarde. Esta foto también va para la serie #DireccionesCl 579????

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Si usted quiere que lo lleven y lo traigan en su viaje, quédese donde está, ni se le ocurra ir a Valparaíso. Valpo, es para caminar hasta que los pies ya no den más. Es un viaje para llegar con ampollas si es posible, porque si no subes, bajas. Uno se detiene para tomar una foto, para contarle la emoción a un amigo o para comer, cuando de hambre. Si vas por arriba, la costa abajo te saluda, si vas por debajo, los colores de los cerros te tientan. No tienes escapatoria, la ciudad te invita a ir más allá.

[leer más] Todas las mañanas mi tía gritaba desde la cocina «abran la ventana para que entre Dios», ver cómo el aire novia las cortinas era un indicativo de que Dios ya estaba adentro. No se te ocurriera hacer caso omiso a la solicitud de mi fantástica tía Inés, al menos un pellizco te daba «te dije que abrieras las ventanas»… «pero bueno tía, Dios no y que está en todos lados puejm». El hábito queda, hasta que te mudas a un país con invierno y abrir la ventana es un suplicio, pero uno lo intenta. Seguro no para que entre Dios, o seguro si. O quizás mi tía, es uno de mis dioses y ahora es que lo sé ????[y que no salgan a decirme que uso el nombre de Dios en vano, porque me guindo] #ValpoExpress

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Valparaíso son dos abuelitos leyendo en un banco de la ciudad, es un perro que te mueve la cola cuando pasas, es una tetera con agua caliente todo el tiempo, una panorámica del océano Pacífico, es un grafiti, una pintura, un cuadro sin marco. Valpo es un pescador que madruga, una foto por tomar, una película en blanco y negro.

‘Ta madre #ValpoExpress ????????

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Aunque no soy fan de Neruda, seguro él lo pudo describir mejor que yo:

VALPARAÍSO, qué disparate eres, qué loco, puerto loco, qué cabeza, con cerros, desgreñada, no acabas de peinarte, nunca tuviste tiempo de vestirte…

Valparaíso también es, esa ciudad que te deja con ganas.

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