En 2025, Venecia expandirá el número de días en los que los visitantes deberán pagar por ingresar a la famosa ciudad de los canales, una medida que busca controlar el turismo masivo. A partir del 18 de abril y hasta el 27 de julio, los fines de semana y festivos estarán sujetos a una tarifa de US$ 10,81 para quienes reserven su visita con menos de cuatro días de antelación, mientras que quienes planifiquen con más anticipación pagarán la mitad.
El sistema de entrada requiere que los turistas completen un formulario en línea o en la app del municipio, que está disponible en varios idiomas. Luego, recibirán un código QR que deberán mostrar en los puntos de control custodiados, donde el personal de seguridad verificará el pago. Las multas por ingresar sin autorización van de US$ 54,12 a US$ 324,72.
Este cobro no se aplicará durante el Carnaval de Venecia ni en los meses más fríos, y los turistas que pernocten en la ciudad estarán exentos, ya que sus estadías ya incluyen un impuesto en el alojamiento. Según el alcalde Luigi Brugnaro, este programa generó ingresos superiores a los US$ 2,5 millones en 2024, lo que refuerza su utilidad económica para la ciudad.
A pesar de la recaudación, algunos grupos locales han criticado la medida, argumentando que no logra reducir el número de visitantes y, en cambio, podría incluso haber aumentado el flujo de turistas. Sin embargo, Brugnaro destaca que Venecia, la primera ciudad en implementar un impuesto de este tipo, está comprometida en encontrar soluciones al turismo desbordado, un problema que afecta a otras ciudades en Italia y en el mundo.
El control del turismo también es un tema de conservación, ya que Venecia enfrenta los efectos del cambio climático. Incluso la UNESCO ha propuesto añadir a la ciudad en la lista de Patrimonio en Peligro, enfatizando la necesidad de proteger este sitio histórico único.