Mundo Marino es considerado como el oceanario más grande de Argentina. Se encuentra situado en la ciudad de San Clemente del Tuyú, formando parte de la zona costera que fusiona con el Océano Atlántico.
Se trata de uno de los destinos turísticos recreativos más conocidos y exitosos del país, que en esta oportunidad ha sido protagonista por su accionar de rescate y cuidados hacia una tortuga encontrada por un pescador artesanal sobre la playa de San Clemente.
La especie encontrada corresponde a una tortuga verde (Chelonia mydas), y gracias a la Fundación Mundo Marino, el pescador ha sabido brindar primeros auxilios a los reptiles que quedan atrapados en redes de pesca.
Esta tortuga, cuya especie se encuentra “en peligro”, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), pudo llegar al Centro de Rescate de Mundo Marino para iniciar un proceso de rehabilitación.
Pero eso no es todo, porque si bien los daños ocasionados por haber quedado atrapada entre las redes puede ser algo significativo, nunca superará lo que los especialistas en el cuidado de los animales marinos encontraron después: a los pocos días de haber ingresado en el oceanario, la tortuga comenzó a defecar una gran cantidad de basura. Sí, tan desagradable como lamentable.
En los restos de su materia fecal han identificado pedazos de bolsas de nylon, hilos, plásticos duros. Hasta el momento ha defecado un total de 13 gramos de plástico, algo así como lo equivalente a 26 sorbetes plásticos.
“A través de placas radiográficas pudimos observar cuerpos extraños en su interior. Por eso, comenzamos un tratamiento con una medicación que favorezca sus movimientos peristálticos (movimientos del tubo digestivo) y le permita eliminar lo que observamos en las placas«, explicó Ignacio Peña, médico veterinario de la Fundación Mundo Marino.
Afortunadamente, todo conspiró a favor de esta tortuga que pudo ser rescatada y trasladada al centro de recuperación. Además, el profesionalismo con el que actuaron los médicos fue clave ya que según ha indicado Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino, «No sólo existe riesgo de una obstrucción intestinal de tipo mecánica por la ingesta de plástico. La acumulación de elementos no nutritivos en los sistemas digestivos de estos reptiles marinos puede ocasionarles una sensación de falsa saciedad que los va debilitando paulatinamente”. Quienes han estado a cargo de su cuidado durante los últimos días indicaron que «hoy la tortuga se encuentra comiendo hojas verdes, principalmente lechuga y algas. La vemos con buena actitud, por lo que la evolución es favorable«, agregó.
Rescatan a más de 200 perritos cuyas cuerdas vocales fueron cortadas por sus criadores en Madrid
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