Los activistas por los derechos de los animales están devastados después de enterarse de que un delfín había muerto solo en un acuario japonés abandonado.
El delfín nariz de botella se llamaba Honey y se lo dejó en una pequeña piscina en el Marine Park Aquarium, al este de Tokio, junto con 46 pingüinos y cientos de peces y reptiles.
Un empleado tuvo la tarea de alimentar a los animales restantes desde que el parque fue abandonado en 2018, sin embargo, todos estaban solos.
El Proyecto Dolphin hizo intentos de rescatar a Honey, sin embargo, no pudieron llegar a un acuerdo a tiempo.
Una declaración en su sitio web dice: «A fines de febrero de este año, nos comunicamos con nuestros colegas japoneses una vez más en un intento de comprar Honey para poder retirarla en paz y dignidad.
«Estas conversaciones terminaron a principios de marzo cuando se hizo evidente que Honey era poco probable que sobreviviera.
«Más tarde ese mismo mes, el 29 de marzo, Honey murió en su tanque».
Un video producido por la compañía muestra la difícil situación de Honey, que se vio obligada a vivir sus últimos días en un pequeño tanque prácticamente sin estimulación ni interacción con nadie ni nada.
Lamentablemente, parece que este no es un incidente aislado.
El Proyecto Dolphin ha estado investigando múltiples informes de animales abandonados y abandonados por innumerables razones.
La declaración continúa: «Dolphin Project ha encontrado delfines en los Estados Unidos, Corea del Sur, Haití, Indonesia, Guatemala, Nicaragua, Colombia y Brasil, todos en situaciones similares a Honey.
«En muchos casos, pudimos rehabilitar y volver a liberar con éxito a estos mamíferos.
«La difícil situación de Honey atrajo la atención mundial y provocó un gran movimiento dentro de Japón. Aunque trágicamente, no pudo escapar del recinto artificial en el que sufrió, Honey seguirá siendo la cara del cautiverio de delfines durante muchos años».
Según los informes, Honey fue capturada durante una de las controvertidas cazas de buceo de Taiji en Japón en 2005.
Los animales capturados durante esas cacerías se venden para vivir en cautiverio.
El Acuario Inubosaki Marine Park tuvo problemas financieros después de una baja en los visitantes después del terremoto y tsunami de 2011. A pesar de que el parque encontró un comprador el año pasado, no pudo lograr que la gente fuera a ver a los animales.
