Bajo el nombre «El puente de Ganímedes», este proyecto que se inauguró esta semana en Viena crea asociaciones artísticas de lo más variadas entre catorce objetos de las colecciones del Museo de Historia del Arte de Viena y el Museo de Historia Natural de Viena.
Según han indicado, estos dos museos -que se consideran como «gemelos» desde lo arquitectónico- estarán los próximos meses más unidos aún mediante un puente virtual en el que cuadros, esculturas, cangrejos gigantes o dinosaurios serán reinterpretados a través de la danza, la poesía y la música.
Cabe destacar que el Museo de Bellas Artes ha acogido ya en siete ocasiones esta iniciativa en la que diferentes creadores interpretan obras de arte, pero es la primera vez que se amplía ahora al de Historia Natural y al mundo de la ciencia. De esta manera, por ejemplo, un elefante disecado sirve para contar la historia de un niño maltratado, o la sala de dinosaurios se presenta como el punto de partida para hablar, a través de la música, de una época antes de los humanos y de cómo el hombre ha cambiado el planeta.
Por su parte, el Museo de Historia del Arte de Viena es uno de los primeros museos de bellas artes y artes decorativas del mundo. Tiene por sede un palacio de la Ringstraße, coronado con una cúpula octogonal. En cuanto al Museo de Historia Natural de Viena se trata de un museo de historia natural cuyas primeras colecciones de artefactos se iniciaron hace más de 250 años. Las colecciones se exponen sobre una superficie de 8.700 m², y en su web se puede realizar una visita virtual a las instalaciones.
Ambos fueron inaugurados en el año 1891 por el emperador Francisco José I de Austria-Hungría. Los dos museos tienen exteriores idénticos y están uno frente a otro flanqueando la Plaza de María Teresa. Ambos edificios fueron erigidos entre 1872 y 1891 de acuerdo a los planos diseñados por Gottfried Semper y Karl Freiherr von Hasenauer.
En relación a «El puente de Ganímedes», son quince, siete en cada edificio y una en la plaza que las conecta, las estaciones de este viaje entre arte y ciencia que transformará, hasta el mes de octubre, estos museos en espacios escénicos. Jacqueline Kornmüller, iniciadora del proyecto junto a Peter Wolf, afirma que esa conexión entre arte y ciencia se ha producido de una forma muy natural y que incluso espera que la inclusión del Museo de Historia Natural contribuya a rejuvenecer el público que se interesa por este proyecto.