El incendio de Kincade, que comenzó en el condado de Sonoma de California el 23 de octubre, ya arrasó con un estimado de 30.000 hectáreas, un área aproximadamente del tamaño de Orlando, Florida.
El incendio obligó a evacuar a casi 200.000 personas. Y debido a que parece que la situación no parece mejorar, el gobernador de California ya declaró un estado de emergencia.
El incendio estaba contenido en un 15% a partir del lunes por la noche, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (Cal Fire). La combinación de vientos poderosos y las condiciones de clima seco y cálido han permitido que las llamas se propaguen rápidamente.
Esos vientos comenzaron a calmarse el lunes por la mañana, pero las condiciones siguen siendo secas y ventosas lo suficiente como para que «las condiciones climáticas críticas del fuego continúen», advirtió el NWS.
La compañía de servicios públicos Pacific Gas and Electric (PG&E) dijo a los reguladores la semana pasada que el incendio pudo haber sido causado por un cable de puente roto en una de las torres de transmisión de la compañía.
Durante el fin de semana, PG&E cortó el suministro eléctrico a unos 965.000 clientes para reducir el riesgo de más incendios, la interrupción intencional más grande de la compañía, según el San Francisco Chronicle.
