La iniciativa fue propuesta por parte de la Comisión Europea hacia los 27 países que integran el bloque de la Unión Europea.
En el afán por conservar lo que queda de los bosques primarios continentales, que se encuentran afectados por las actividades humanas tales como el desarrollo urbanístico y la tala ilegal, la Comisión Europea ha propuesto un importante desafío.
Se trata de un proyecto que aspira a plantar un total de 3.000 millones de árboles, lo que equivaldría a reforestar 34.246 árboles por hora durante 10 años. O también podría expresarse en algo así como 822.000 árboles cada día.
Considerada como una masiva reforestación que tendrá como escenario el viejo continente, esta iniciativa comprende la medida más preponderante que tiene lugar en la Estrategia de Biodiversidad 2030 de la Unión Europea.
Al respecto, la Comisión Europea ha manifestado la creencia de que la crisis de la biodiversidad está “intrínsecamente ligada a la crisis climática” y que “el cambio climático está acelerando la destrucción del mundo natural a través de sequías, inundaciones e incendios mientras la pérdida de naturaleza y su insostenible explotación son los factores clave del cambio climático”. Por lo pronto, el documento todavía debe recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y de los gobiernos correspondientes.
Pero eso no es todo, este plan incluye también la declaración de un 30% de las aguas territoriales y de la zona económica exclusiva de los países europeos, así como dedicar el 25% del suelo agrícola europeo a agricultura orgánica.
En este sentido, la Comisión Europea ha intentado rememorar además que el cuidado y mantenimiento de un medio ambiente saludable “es bueno para la gente y para el planeta, pero también es crítico para la economía”. La mitad del PIB global, unos 40 billones de euros, dependen de la naturaleza y de lo que ella provee: “Los tres mayores sectores económicos, construcción, agricultura y alimentación, son altamente dependientes de la naturaleza y juntos generan 7,3 billones de euros”.
Según ha trascendido, para corroborar si estas medidas serán acompañadas de la legislación necesaria para imponer su aplicación y definir si contarán con la financiación suficiente, habrá que esperar hasta el año 2024.
Conoce la nueva vida de Mara, la elefanta que vivió 50 años cautiva y ahora disfruta de su libertad en un santuario de Brasil
La elefanta Mara cumplió ayer, miércoles 20 de mayo, su primera semana en el Santuario de Elefantes de Brasil, situado en el Mato Grosso. Allí fue trasladada luego de haber permanecido durante muchos años en el Ecoparque de la ciudad de Buenos Aires.
Para su traslado se montó un inédito operativo, considerando además las particularidades de un contexto de pandemia de coronavirus en donde los pasos fronterizos de Argentina se encuentran cerrados.
Según han indicado desde el Santuario, durante estos siete días Mara ya logró hacerse una mejor amiga, protegió con tierra su piel deteriorada por el cautiverio y dio sus primeros pasos sobre el césped.
Sin dudas, un gran avance para esta especie que debió cumplir una ‘cuarentena’ obligatoria contra su voluntad y recién ahora puede disfrutar de un entorno natural agradable para su desarrollo.
Todos nosotros, el equipo del Santuario de Elefantes de Brasil, estamos comprometidos a proporcionar la mejor vida posible a los elefantes bajo nuestro cuidado, y nos gustaría que nuestros esfuerzos ganen la confianza y el apoyo de las personas que, como nosotros, quieren hacer una diferencia en La vida de cada uno de ellos.
Santuario de Elefantes de Brasil
Una vida de cautiverio
Mara nació en cautiverio a fines de la década de 1960, en la India, y fue vendida al zoológico de Tiepark Hagenbeck de Hamburgo (Alemania). En 1970, la adquirió Ramón Tejedor, que la llevó a Montevideo (Uruguay) para explotarla en el Circo África. Continuar leyendo…