Portugal nos ofrece muchos más atractivos de los que te puedas imaginar. Y es que no se trata solamente de recorrer sus ciudades más conocidas, como Lisboa o Oporto, Portugal también tiene fama mundial por sus paradisíacas playas.
El Algarve es conocida como la región más volcada al turismo de todo Portugal. Situada al sur del país, ocupa una franja de terreno de poco más de 150 kilómetros desde su límite al este con la frontera española y su límite al oeste con el Océano Atlántico, en donde se encuentran algunas de las mejores de Europa.
Las playas son tan diversas y variadas como el propio Portugal, y van desde amplias extensiones de arenas doradas a calas secretas con pintorescos paisajes. Por eso, si está buscando un país que ofrezca playas paradisíacas y un clima glorioso, Portugal es el destino ideal para pasar tus vacaciones.
¿Por qué no puedes dejar de visitar Portugal?
Clima cálido y bajo costo de vida
Si bien está situado en Europa, Portugal goza de un clima suave y se puede visitar prácticamente durante todo el año. Es uno de los países más baratos del continente europeo para el turista: transportes, alojamiento y alimentación tienen costos hoy en día similares o incluso más bajos que en algunos países de Latinoamérica.
Una gastronomía única
Este destino tiene una amplísima y deliciosa gastronomía: se destacan las feijoadas, el pescado y su marisco o la gran variedad de quesos. Por supuesto no te podés ir de Lisboa sin probar los famosos pasteles de Belem.
Si sos de buen comer, y te gusta el pescado y los mariscos, este lugar es para vos. No solo eso, los dulces portugueses son también irresistibles. No se puede ver una vidriera de las pastelerías tradicionales sin querer entrar y llevarte algo.
Herencia histórica y arquitectónica
La herencia histórica y arquitectónica de Portugal es una de las principales razones para conocerlo. Hay en este país bellísimas ciudades todavía cercadas por sus murallas, sitios arqueológicos, museos, iglesias, edificios de los más variados estilos de arquitectura, castillos medievales y muchos más. En muchos de ellos, vas a sentir que viajas en el tiempo.
El idioma tampoco será un problema: si no hablas portugués ni inglés, siempre harán un esfuerzo para entenderte, como dicen ellos, utilizando el portuñol.
A continuación te contamos cuáles son los pueblos costeros de los cuales te vas a enamorar.
Pueblos costeros del Algarve que no puedes dejar de visitar
Sagres y Cabo San Vicente
El mayor atractivo turístico de Sagres es su pequeño puerto y su fortaleza de reciente construcción. Desde este punto se pueden observar el Cabo San Vicente y la Playa do Tonel, una de las preferidas por los amantes del surf.
El Cabo de San Vicente se localiza a 40 kilómetros de Lagos. Esta punta de poderosos acantilados batidos por el Atlántico se halla cerca de la población de Sagres, una base para los navegantes portugueses en el siglo XV. Hoy, sus playas de Mareta y Tonel congregan a surfistas y kitesurfistas que disfrutan con las altas olas y el viento.
Cabo San Vicente no es más que un complejo compuesto por un faro, un patio con miradores y un pequeño bar. La verdadera atracción son sus imponentes acantilados nada aconsejables para quien sufra de vértigo.
El arenal de Baleeira, más calmado, se reserva para el baño y para los barcos que salen a mar abierto para avistar delfines y otros cetáceos. Mientras tanto, en el puerto pesquero se descargan langostas, sargo, atún, pez espada y sardinas, entre otros, con los que se elaboran sopas de peixe, comida típica del Algarve.
Lagos
El mar y el viento han esculpido un paisaje litoral impresionante en la Ponta da Piedade, a poca distancia de la ciudad de Lagos. En el camino que lleva hasta ella, de 40 kilómetros, se localiza una encantadora colección de pueblos, en donde las viviendas de los pescadores se ubican entre las rocas y el mar.
La ciudad de Lagos posee un fascinante casco de estilo colonial: desde sus muelles zarparon las míticas expediciones portuguesas hacia África y América y actualmente la fama de Lagos se la llevan sus cálidas playas y su recortada costa.
Ponta da Piedade es perfecta para descubrir espectaculares pilares naturales y grutas ocultas creadas por la erosión de millones de años.
Playa Dona Ana
Sin dudas, esta es una de las playas de referencia del Algarve en Portugal. Está protegida del viento, por lo que cuenta con agua tranquila y limpia, ideal para bucear y explorar el mundo submarino. Allí encontrarás algas, estrellas de mar, camarones y erizos.
Pero la joya más preciada de esta playa son las vistas inigualables desde el mirador, ubicado sobre los acantilados rocosos. Puedes llegar a él en el acceso a la playa, desde donde podrás apreciar las curiosas formaciones de roca esculpidas por el mar, el cual formó sus reconocidas grutas y cuevas.
Es importante tener cuidado si te colocas cerca de una roca ya que existe la posibilidad de que se produzcan desprendimientos de piedras. Por eso, se recomienda a los bañistas ubicarse en el arenal, un rincón más resguardado.
¿Cómo llegar? Acceso por vía asfaltada desde Lagos, subiendo la Avda. dos Descobrimentos y girando a la izquierda en la rotonda junto al cuartel de bomberos, en dirección a Ponta da Piedade.
Playa Do Camilo
Situada entre acantilados, en un extremo de la ciudad de Lagos, la playa de Do Camilo está considerada una de las mejores playas de Portugal. A esta bella playa se puede acceder por una escalinata con 200 escalones cuyos peldaños a la hora de la subida no son recomendables para personas mayores.
La explanada en la cima del acantilado ofrece una fabulosa vista panorámica sobre la línea de costa entre Lagos y el municipio de Albufeira. Una enorme formación rocosa divide el arenal: es posible atravesarla a través de un túnel estrecho y húmedo, excavado a mano.
Sus frías y cristalinas aguas de colores turquesas invitan al baño y a practicar buceo, mientras que su arena limpia y clara incitan a tomar el sol.
¿Cómo llegar? Acceso por vía asfaltada desde Lagos, subiendo la Avda. dos Descobrimentos y girando a la izquierda en la rotonda junto al cuartel de bomberos, en dirección a Ponta da Piedade.
Portimão
Portimão es la segunda ciudad más poblada del Algarve y uno de los núcleos comerciales más importantes de esta región portuguesa.
Esta localidad llegó a ser el principal centro de pesca del Algarve, pero hoy Portimão se ha desarrollado más como destino turístico, en gran parte gracias al éxito su afamada Playa da Rocha (Praia da Rocha), una de las más bonitas de Portugal.
Hay diez playas en Portimão: Praia da Rocha, Praia da Marina, Praia dos Três Castelos, Praia dos Careanos, Praia do Vau, Praia do Alemão, Prainha, Praia da Torralta, Praia dos Três Irmãos y Praia de Alvor.
Playa La Rocha
Praia da Rocha es una de las playas más populares del Algarve. A lo largo de la playa hay un paseo repleto de bares, restaurantes y hoteles. En el extremo oriental se encuentra el fuerte de Santa Catarina, que brinda unas vistas increíbles de la playa y la costa de Ferragudo al otro lado del río.
La playa es muy larga y está rodeada de increíbles formaciones rocosas, la razón por la cual es llamada Praia da Rocha (“playa rocosa”). Praia da Rocha ofrece también una gran variedad de deportes acuáticos incluyendo windsurf, jet-ski, patines y parapente.
Playa Tres Irmaos
La playa de Alvor Nascente, también designada por playa de los Três Irmãos debido a las formaciones rocosas que le dan forma a su orilla, está localizada entre la playa de Alvor y la Prainha.
Esta playa está más protegida del viento debido a las grandes rocas. Hacia el lado oeste de la playa encontrarás extensos arenales y hacia el este unas bonitas calas que puedes explorar con la marea baja.
¿Cómo llegar? Junto a la Torralta (lado oriente), dobla a la izquierda a través de un acceso en tierra, hasta el aparcamiento.
Carvoeiro
Es uno de los pueblos de pescadores que mejor conservan el carácter marinero de la costa del Algarve y que se encuentra en el camino que lleva hasta la ciudad de Lagos.
Las insólitas formaciones rocosas de esta zona conocida como Algar Seco, esculpidas por el viento y el mar durante cientos de años, se recorren entre cuevas escarpadas, grutas o hendiduras hasta reposar en miradores con increíbles vistas al océano.
Es el lugar ideal para los viajeros que busquen pasar unos días tranquilos y relajados. Pero para los que busquen un poco más, la región tiene una gran cantidad de actividades y lugares de interés, desde desafiantes rutas de senderismo y escalada, a emocionantes deportes acuáticos y excursiones de un día muy interesantes.
La cueva de Benagil
Los acantilados de la playa de Benagil, en el Algarve portugués, esconden una gruta circular con una breve playa a la que solo se llega a nado o a remo. Los acantilados entre los que se encaja su pequeño arenal esconden una de las cuevas marinas más bellas del mundo: el Algar de Benagil, una gruta circular con una playa en su interior a la que solo es posible acceder a nado o en barca.
Conocida como «la Catedral del Algarve», a ella se llega, con no mucho esfuerzo, desde la vecina playa del mismo nombre en kayak, tabla de paddle surf, o bien en barco desde cualquier otra playa de este rincón.
Una enorme cúpula natural formada por la erosión con un agujero en el centro que deja pasar la luz crea un escenario de película. A lo largo de toda la costa es posible alquilar embarcaciones para descubrir grutas secretas, bajarse en ellas a darse un baño o tomar un pícnic. Empresas como Dream Wave, en el puerto de Albufeira, realizan rutas para descubrir estas grutas y de paso ir en busca de delfines.
Playa da Marinha
Playa da Marinha es un preciosa playa entre acantilados y aguas cristalinas considerada por muchos como una de las playas más bonitas de Portugal y Europa.
Es una playa ideal para pasar el día en familia y disfrutar del snorkel, ya que cuenta con una espectacular fauna marina. Aquí se puede realizar un recorrido por la naturaleza subacuática, accesible con gafas y aletas de buceo o con equipo de submarinismo autónomo.
Faro
A menos de 40 kilómetros se encuentra Faro, la capital del Algarve y el aeropuerto principal de la región. Las fuertes murallas y el puerto recuerdan la importancia que tuvo este enclave para romanos y árabes.
En el casco histórico, sin embargo, solo quedan edificios cristianos, entre ellos la bella catedral asomada a una plaza en la que crecen los naranjos y rodeada de palacios, iglesias y casas en las que se sigue tendiendo la ropa al sol.
Ría Formosa
Entre Faro y el mar abierto se extiende un laberinto de barras de arena que se prolongan a lo largo de 60 kilómetros dentro del Parque Natural de Ría Formosa. Es un lugar perfecto para observar aves acuáticas y también migratorias que se detienen aquí en su travesía rumbo a Europa o a África.
Ría Formosa es, además, el hogar de especies desaparecidas en el resto de la Península Ibérica, como el camaleón y el perro de agua portugués. Sus cinco islas barrera poseen playas interminables en las que es un placer bañarse sin construcciones a la vista.
Ecovía del Litoral
La belleza de la costa se puede disfrutar desde el mar, navegando frente a grutas y arcos naturales abiertos en los acantilados, mientras que para descubrir el encanto del interior hay que conducir por caminos rurales entre viñedos y olivos.
Para los amantes del turismo activo y de la naturaleza, la bicicleta es ideal para moverse en los llanos paisajes que recorre la Ecovía del Litoral, un maravilloso itinerario de 214 kilómetros que recorre los lugares más emblemáticos del Algarve y te permitirá conectarte a su medio natural, conociendo rincones que de otra forma no sería posible.