Amberes es distinguida como una ciudad portuaria situada en el río Escalda, en Bélgica. Se trata de la segunda ciudad más popular de Bélgica, después de Bruselas, capital belga de la que presenta unos 40 kilómetros de distancia.
Con una historia que data de la Edad Media, esta ciudad presenta en su propio centro un Distrito del Diamante, con muchísimos años de antigüedad y que se caracteriza por la presencia de gran cantidad de comerciantes, cortadores y pulidores de diamantes. Como si fuera poco, en Amberes también es reconocido mundialmente su puerto como uno de los puertos más grandes del mundo.
Curiosamente, también presenta un atractivo por de más particular y emocionante: es precisamente en Amberes donde se da cita una historia que tiene como protagonista a Nello y su perro Patrasche, personajes emblemáticos de «A dog of Flanders» (Un perro de Flandes), una novela escrita en 1872 por la autora inglesa Marie Louise de la Rameé.
La obra literaria, que ha sido publicada bajo el seudónimo Ouida, cuenta la historia de Nello y su perro Patrasche, una trama que está ambientada en Amberes durante el siglo XIX.
Allí, un pequeño de nombre Nello quedó huérfano a los dos años cuando su madre muere en las Ardenas y Jehann Daas, abuelo de la criatura, decide llevarlo consigo para vivir en una aldea cerca de Amberes. La convivencia parecía ir bien, tanto que un día encontraron en la calle a un perro que había sido golpeado hasta casi acabar con su vida y ambos decidieron ocuparse de la recuperación del animal.
Gracias al cuidado de Jehann Daas, Patrasche se recupera, formando así un vínculo afectivo con Nello y volviéndose inseparables. Dado que eran muy pobres, Nello tenía que ayudar a su abuelo en el reparto de la leche y Patrasche le ayudaba a tirar del carro al pueblo cada mañana.
Pasaron los años y Nello fue creciendo, hasta que se enamoró de Aloise, la hija de Nicholas Cogez, un hombre acomodado de la villa situada en Amberes, a quien no le gustaba que su hija tuviese por novio a un pobre.
Si bien Nello era analfabeto, contaba con un gran talento para dibujar, así que decidió participar en un concurso de dibujo en Amberes, esperando ganar el primer premio, que hubieran supuesto 200 francos en metálico. Sin embargo, desafortunadamente el jurado eligió a otro participante. Tristemente, después de estos acontecimientos, Nello fue injustamente acusado de causar un incendio por Nicholas (que tuvo lugar en su propiedad). En esos mismos días, el abuelo de Nello falleció.
Su situación se volvió cada vez más desesperada. Sin ningún lugar a dónde ir, Nello quiso ir a la catedral de Amberes para ver «La elevación de la Cruz» y «El descendimiento de Cristo». Ambos cuadros de Rubens y todas las demás exposiciones que tenían lugar en la catedral eran exclusivas solo para quienes pagasen, y Nello no tenía ningún dinero.
En Nochebuena, durante la noche, Nello y su perro se dirigieron allí y, por casualidad, encontraron la puerta de la entrada abierta, por lo que se dispusieron hacia el interior de la construcción. A la mañana siguiente, los dos fueron encontrados muertos por congelación, abrazados, enfrente del tríptico.
La escultura de Nello y su perro Patrasche, una demostración de amor animal
En Japón y Corea la obra ha sido considerada un clásico infantil durante décadas y hasta adaptada al anime y diversas películas. En consonancia con el furor ocasionado en distintas partes del mundo, Bélgica ha decidido recrear una escultura de Nello y su perro Patrasche, en reconocimiento al «hogar» donde se sucedieron sus acontecimientos.
De esta manera, en el año 1980, el gobierno belga construyó dos monumentos en honor a la obra para satisfacer a los turistas asiáticos. En el suburbio de Hoboken, en Amberes, se encuentra una pequeña estatua de Nello y Patrasche, y una placa conmemorativa enfrente de la catedral de Amberes, que fue reemplazada más tarde por una preciosa estatua de mármol de los dos personajes cubierta de una manta de adoquines, creada por el artista Batist Vermeulen:
Descubrir Amberes, un atractivo a pocos kilómetros de Bruselas
Desde sus edificios medievales como el impresionante Ayuntamiento o las casas de la Plaza Mayor, hasta el contemporáneo Palacio de Justicia, pasando por las numerosas joyas de estilo Art Nouveau, Amberes se ha consolidado como una ciudad con estilo, y esto lo demuestran tanto sus edificios como sus cuidados escaparates.
En el siglo XVI, Amberes se convirtió en una de las mayores y más ricas ciudades de toda Europa. Un siglo más tarde fue hogar de los grandes y emblemáticos pintores barrocos Peter Paul Rubens y Anthony Van Dyck. En los últimos años, el lienzo ha sido reemplazado por el algodón y los diseñadores de moda han alcanzado el nivel de artistas. Esta ciudad es conocida por sus numerosas tiendas, por los famosos Seis de Amberes y por un activo comercio de diamantes.
3 respuestas
Historia que pone en primera plana la falta de consideración y la escasa humanidad que hay entre las distintas clases sociales. Pero que demuestra a través de la evidencia que no se necesita el dinero para nacer artista. Aunque si se necesita el dinero para presumir de lo que se carece. Y sin olvidarme de decir que la humanidad no se aprende del dinero que uno tiene, hay que nacer, se hereda y geneticamente se impregna uno de éstos valores sin precio.
Todo lo valioso no tiene precio. Solo se vende lo que se dej poner un precio.
Desde la Tierra de las Mariposas Amarillas ????
ARACATACA MAGDALENA COLOMBIA
Maravillosa historia.
La escultura espectacular !