Roma es una ciudad increíble y no por nada es una de las más visitadas por los turistas en sus viajes por Europa. La combinación entre historia, modernismo, construcciones milenarias y tradiciones familiares hacen de Roma una ciudad buscada para conocer en más de una oportunidad. Y claro, este es un pensamiento que lo tienen una gran cantidad de viajeros por lo que no es extraño que, en los atractivos más importantes, puedan llegar a haber filas de turistas para ingresar.
Por eso es que en este post te contaremos 8 lugares ocultos en Roma para poder escaparse de estas filas, aglomeraciones y selfies por doquier, ideal para los viajeros que disfrutan de los sitios turísticos desde otra perspectiva o para quienes ya van por su segundo viaje a la ciudad histórica y buscan algo distinto para recorrer.
1. Gianicolo
Muy próximo al Trastevere, el sitio ideal en Roma para pasear y comer una rica pasta italiana, se encuentra una colina “pasada por alto” por muchos viajeros: Gianicolo. Este es uno de los miradores con los que cuenta la ciudad que hace que las vistas sean impagables, atardeceres de ensueño y una ciudad que comienza a “encenderse” para dar vida a la noche que tantas veces se ha hablado.
En Gianicolo se encuentra la fuente Fontanone dell’Acqua Paola, construida en el siglo XVII, otra de las tantas de Roma, pero bellísima pro donde se la mire.
2. El jardín de los naranjos
Como contábamos antes, Roma cuenta con varias colinas para poder ascender y obtener vistas panorámicas de una ciudad que deja sin aliento cada uno de los viajeros. Una de las colinas más destacables para conocer, pero que sigue siendo uno de los lugares ocultos en Roma, es el Monte Aventino.
Según los viajeros, este es el mejor sitio para ver el atardecer sobre la ciudad y admirar las construcciones con los colores del ocaso, un lugar sumamente romántico para disfrutar sin estar pendiente al reloj.
3. La mirilla de los Caballeros de Malta
Un secreto nunca mejor guardado del Monte Aventino es la mirilla (o cerradura) de los Caballeros de Malta, ubicada en la Piazza dei Cavalieri di Malta, en el Priorato. Desde allí, observando detenidamente, puede observarse la cúpula de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, de una forma tan perfecta que ni puede dejar de mirarse.
4. Barrio de Coppedè
Y si de sitios pintorescos se habla, entonces el barrio de Coppedè debe formar parte de uno de ellos. Este barrio romano se encuentra muy próximo a la Piazza del Popolo, una de las más frecuentadas en la ciudad, pero este sigue siendo un barrio “oculto” dentro de las típicas guias de viaje.
El Barrio de Coppedè, es una combinación perfecta de edificaciones de estilo Art Decó y aquellas que parecen sacadas de un cuento de hadas. Es un sitio perfecto para caminar y sentirse “como un local”.
5. Catacumbas de Roma
Muchos viajeros conocen las Catacumbas de París pero, ¿alguien sabía que también hay catacumbas en Roma? Estas fueron construidas en el Siglo II por los cristianos, en tiempos de persecuciones.
Un recorrido por las catacumbas lleva a imaginarse cómo se refugiaban bajo tierra para evitar ser atacados y un sinfín de leyendas que comenzaron a crearse desde ese entonces. De las 60 que hay en la ciudad, solo se pueden visitar San Sebastián, San Calixto, Priscila, Domitila y Santa Inés, a través de una excursión.
6. Iglesia de San Pietro in Vincoli
Con tantas iglesias y capillas con las que cuenta Roma, es posible que muchos turistas terminen perdiéndose en cuál han visto y cuál no. Sin embargo, muchos viajeros no tienen un dato importante: en la iglesia de San Pietro in Vincoli se encuentra una obra de arte hecha por Miguel Ángel, el Moisés.
Ideal para los fanáticos del artista y para aquellos que buscan sorprenderse con la realidad en la que esculpía Miguel Ángel.
7. El Balcón del Alcalde
Y si seguimos con el listado de los grandes miradores (y no tan conocidos por los viajeros) entonces hay uno que nadie que nos esté leyendo puede perderse: el Balcón del Alcalde, el mejor sitio de todo Roma para observar, desde la altura, el foro Romano, el Palatino y el maravilloso Coliseo.
Este mirador se encuentra a los pies de la torre del Campidoglio, en la Via dei Fiori Imperiale.
8. Barrio Judío
Este barrio es uno de los preferidos por los viajeros que no usan mapa, esos a los que les gusta “perderse” por las ciudades, admirar el ambiente y viajar en el tiempo.
El Barrio Judío o el Ghetto, comenzó a ser llamado como tal cuando arribaron en Roma los primeros judíos, allí por el siglo II a.C. A medida que fueron pasando los años, comenzaron a construir sus edificaciones y, hasta hoy en día, se conservan con su estilo medieval. Lo mejor: es un gran sitio para ir a degustar platillos típicos «de la nonna».
Roma es una ciudad que hay que conocer al menos una vez en la vida (o más) y es por eso que conocerla en todas sus formas hace que los viajeros quieran regresar una y otra vez. Roma, una ciudad históricamente bella y deliciosamente atrapante.