Catacumbas de Roma, todo lo que tienes que saber sobre estos cementerios subterráneos

Catacumbas en Roma
Redactora / Travel writer

Roma, conocida como la «Ciudad Eterna», es un sitio en el que la historia se encuentra en cada rincón y sus catacumbas, por supuesto, no son la excepción. Las catacumbas de Roma o catacumbas romanas son galerías subterráneas que fueron utilizadas durante muchísimo tiempo, es decir siglos, como cementerios donde se enterraron tanto a los ciudadanos paganos, judíos y primeros cristianos de esta ciudad.

La palabra catacumba quiere decir «al lado de la cantera», y esto se debe a que las primeras excavaciones que se realizaron para que cumplan el rol de cementerio estaban ubicadas al lado de una cantera, en las afueras de la capital de Italia. La ciudad cuenta con más de 60 catacumbas ubicadas en estos túneles que se unen formando un gran laberinto, pero solo una mínima parte de ellas se pueden visitar hoy en día.

Recorrer las calles de la ciudad de la capital italiana puede sentirse, por momentos, como si fuese un viaje en el tiempo. A medidas que vas caminado por sus calles y visitas los monumentos y edificios que datan desde hace siglos, es inevitable no trasladarse a lo que allí sucedió hace tantos años y entender aún más su importancia y significado. Eso es lo que sucede con las catacumbas de Roma, donde los enterramientos de los ciudadanos comenzaron a realizarse durante el siglo II y finalizaron hacia el siglo V.

Catacumbas de Roma
Todo sobre las catacumbas de Roma

A continuación te contaremos todo lo que tienes que saber sobre las catacumbas de Roma: su historia, cuáles de ellas se pueden visitar y todo lo que tienes que saber para cuando decidas visitar este increíble lugar histórico de la Ciudad Eterna.

Historia de las catacumbas de Roma

Hay mucho misticismo que rodea a las catacumbas de Roma, historias que se fueron contando con el paso del tiempo que fueron cobrando el sentido de leyendas urbanas. En algunas de ellas se sostiene que las personas que recorrían sus túneles, se perdían y desaparecían, sin embargo lo que cuenta la historia es diferente.

Las catacumbas de Roma eran cementerios subterráneos, y surgen a partir de la falta de espacio para enterrar los cuerpos de las personas que fallecían, lo cual además tenía un elevado costo. La costumbre pagana era incinerar los cuerpos de las personas luego de su deceso, pero era algo con lo que la comunidad cristina no estaba de acuerdo. Fue por eso que recurrieron a estos túneles subterráneos.

Estos sitios que se encuentran bajo la tierra cuentan con una enorme cantidad de galerías que van creando laberintos que se extienden por varios kilómetros. En cada una de estas galerías, o túneles, se fueron cavando varias filas de nichos rectangulares donde eventualmente se colocaban los puertos de las personas luego de envolverlos en una sábana. Posteriormente, se cerraban con una lápida de mármol o también con barro cocido y se grababa el nombre de la persona para que permanezca identificado.

La razón por la cual las catacumbas de Roma se encontraban en las afueras de la ciudad capital es porque la ley de la época prohibía que se diera sepultura a los difuntos en aquella localidad. Entonces, al no acordar con la costumbre de pagana de incinerar los cuerpos, estos sitios ubicados en el exterior de los mudos de la ciudad y bajo tierra se convirtieron en el nuevo «cementerio».

El uso de las catacumbas de Roma como cementerio se extendió desde el siglo II hasta el V, casi 200 años después de que cesara la persecución a los cristianos y pudieron comenzar a construir sus propias iglesias dejando a un lado el temor. Luego de un tiempo, estas galerías subterráneas fueron abandonadas y hasta olvidados por un largo período de tiempo.

El descubrimiento de las catacumbas de Roma

En total, en la ciudad de Roma existen alrededor de sesenta catacumbas que se extienden a lo largo de un espacio comprendido entre 150 y 170 kilómetros de longitud. En todo ese espacio, se ubicaban alrededor de 750.00 tumbas.

Fue recién en el siglo XIX cuando comenzó a darse una exploración sistemática de estos espacios subterráneos que se encontraban en la capital de Italia, por parte del arqueólogo Juan Bautista de Rossi o Giovanni Battista de Rossi. En ese momento descubrió las de San Calixto, luego de haber ayudado al padre Marchi a descubrir las de Santa Inés. De todas formas, cabe tener en cuenta que previamente, alrededor del 1500, se habían realizado algunos trabajos de investigación y exploración para dar con estos cementerios.

Catacumbas de Roma - San Calixto
Catacumbas de Roma

Cabe tener en cuenta que al haber sido abandonadas durante tanto tiempo, no existe un registro claro de la cantidad exacta de las catacumbas de Roma. Si bien actualmente se conocen más de 60, también se cree que hay muchas más que aún no han sido descubiertas. Por otra parte, el período que permanecieron fuera del ojo público, y de cualquier ojo en general, tiene un lado bueno.

Las catacumbas de Roma constituyen hoy en día un testimonio directo, de primera mano e intacto de la antigüedad. Es por eso mismo que tienen un valor innumerable para quienes se dedican a su estudio, tanto por las inscripciones como las culturas y sus frescos. Quizás si la historia se hubiese desarrollado de otra forma, su estado hoy en día sería distinto.

Visitar las catacumbas de Roma

Si bien las catacumbas de Roma son más de 60, son solo cinco las que al día de hoy se encuentran abiertas al público y pueden ser visitadas con la compañía de un guía. Estas galerías subterráneas donde los cristianos solían enterrar a sus fallecidos y que hoy en día se pueden recorrer se encuentran divididas en dos grupos. Por un lado se encuentran las de la Via Appia, que incluyen las de San Calixto, San Sebastián y Domitila, y por otro las que están del otro lado de la ciudad, al Norte, que son las de Santa Inés y las de Santa Priscila.

A continuación te hacemos una descripción de cada una de estas catacumbas de Roma y te contamos qué tienes que tener en cuenta al momento de la visita.

Catacumbas de San Calixto

Estas catacumbas de Roma llegaron a ser el cementerio oficial de la Iglesia Romana durante el siglo III. Un sitio en el que fueron enterrados alrededor de medio millón de personas cristianas, incluyendo a dieciséis Papas. Consta de unos túneles que se extienden por una red de 20 kilómetros b el nombre de este sitio deriva del diácono San Calisto o Calixto, que fue el designado por el papa Zeferino para llevar adelante la administración del lugar a inicios del siglo III.

Horarios: estas catacumbas de Roma están abiertas todos los días de la semana excepto los miércoles, en el horario de 9 de la mañana a 12 y de 14 a 17 horas. Cabe tener en cuenta que la visita se puede realizar únicamente en compañía de los guías, y los recorridos salen cada 30 minutos, teniendo una duración de 40 minutos cada uno.

Dirección: Via Appia Antica, 110.

Catacumbas de San Sebastián

En el caso de estas catacumbas de Roma, en un principio estaban dedicadas a los santos Pedro y Paolo, pero eso cambió en el siglo IV cuando se le asignó el nombre actual. Este proviene de un soldado que fue martirizado por no renunciar a su fe cristiana.

Este cementerio era conocido como «ad catacumbas» por su ubicación principalmente, ya que allí estaban las canteras. Luego, ese nombre se utilizó para designar a todos los cementerios cristianos que se encontraban en estos espacios subterráneos. Sus galerías se extienden a lo largo de 12 kilómetros.

Horarios: las catacumbas de San Sebastián se pueden visitar de lunes a domingos, de 9:30 de la mañana a las 17 horas. Cabe tener en cuenta que este espacio no abre el público ni el 25 de Diciembre ni el 1 de Enero.

Dirección: Via Appia Antica, 136.

Catacumbas de Domitila

Las de Domitila son de las catacumbas de Roma más grandes, y su nombre se debe a que se encontraban en los terrenos de Flavia Domitilla. Estas tienen una longitud de 17 kilómetros por donde se extienden estas galerías subterráneas, algunas de ellas que incluso no están accesibles al día de hoy.

Esta catacumba particularmente fue descubierta por uno de los primeros exploradores modernos de estos cementerios, Antonio Bosio, quien en 1597 recorrió estos espacios bajo el riesgo de perderse en el laberinto que forman los túneles. En su momento Bosio creía que estaba en la de San Calixto, pero en el siglo XIX se supo que en realidad estaba en la de Domitila.

Horarios: estas catacumbas de Roma están abiertas de jueves a martes, de nueve de la mañana a 12 del mediodía y por la tarde de 14 a 17 horas, mientras que permanecen cerradas los días martes. Al igual que en las otras catacumbas, solo se puede recorrer con una visita guiada.

Dirección: Via delle Sette Chiese, 280.

Catacumbas de Santa Inés

El nombre de estas catacumbas de Roma proviene de la Santa Inés, una niña que fue martirizada a los 12 años y que fue sepultada en este espacio. De hecho, su tumba atraía tanta atención que estaba decorada con losas de mármol y uno de los papas le dedicó una inscripción. Estas catacumbas cuentan con cuatro regiones, divididas en tres plantas, que datan de diferentes épocas, que fueron descubiertas de forma casual en el siglo XIX.

Horarios: las catacumbas de Roma de Santa Inés pueden visitarse de lunes a sábado, de 9 de la mañana a las 12 del mediodía y por la tarde de 16 a 18 horas, mientras que los días domingo y festivos permanecen cerradas al público.

Dirección: Via Nomentana, 349.

Catacumbas de Santa Priscila

Estas catacumbas de Roma forman parte de los cementerios de este tipo más antiguos, y es uno de los pocos que aún conservan frescos que son muy importantes para la historia del arte. Se cree que Priscila fue la noble que fundó el cementerio subterráneo o quien donó la tierra para que se hiciera.

Las decoraciones de las catacumbas de Santa Priscila incluyen pinturas que datan de la segunda mitad del siglo III, con representaciones del matrimonio, la maternidad y la muerte, así como también un fresco de la Virgen y el niño con un profeta.

Horarios: estas catacumbas de Roma se pueden visitar de martes a domingos, de 9 de la mañana a 12 el mediodía y por la tarde, de 14 a 17 horas, mientras que los lunes permanecen cerradas al público.

Dirección: Via Salaria, 430.

Las catacumbas de Roma son espacios en los que la historia de la ciudad toma una tonalidad distinta, incluso se puede sentir mucho más presente que en otros, ya sea por lo que representa o por su estado de conservación como si hubiesen permanecido en pausa durante mucho tiempo. Sea cual sea la razón, sin duda son sitios que valen la pena visitar en tu paso por Roma.

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