En un esfuerzo por abordar el problema de las heces de perros abandonadas en las calles, una provincia italiana ha implementado una medida sin precedentes: ordenar pruebas de ADN para todos los perros y multar a los propietarios irresponsables.
Las autoridades de la ciudad de Bolzano y sus alrededores han decretado que todos los perros deben someterse a pruebas de ADN como parte de un registro oficial. Con aproximadamente 40.000 perros en la provincia, se busca establecer una base de datos sólida que permita identificar a los propietarios que no recojan los desechos de sus mascotas.
El objetivo es claro: combatir las molestias causadas por los dueños irresponsables y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Se estima que más del 50% de las quejas recibidas sobre la gestión inadecuada de espacios públicos están relacionadas con las heces de perros.
Según Paolo Zambotto, director del departamento veterinario, las multas por no recoger las heces de las mascotas oscilan entre 50 y 500 euros. Para los infractores reincidentes, las sanciones podrían alcanzar hasta 1.048 euros. Estas medidas son parte de un esfuerzo por hacer que los dueños de mascotas asuman su responsabilidad cívica.
El registro de ADN será obligatorio para todos los perros a partir de marzo, con refugios municipales y clínicas veterinarias disponibles para tomar muestras y realizar identificaciones. El costo, entre 65 y 100 euros por examen, será responsabilidad de los propietarios, aunque las multas impuestas financiarán los análisis de ADN de las heces caninas.
La medida ha sido recibida con entusiasmo y podría expandirse a otras ciudades italianas que buscan controlar a los dueños de mascotas irresponsables. Esta iniciativa representa un paso innovador hacia la promoción de entornos más limpios y seguros para todos los ciudadanos y sus fieles compañeros caninos.
