Durante el fin de semana, una familia de esquiadores fue encontrada sin vida en los Alpes suizos, en lo que parece ser un intento desesperado por sobrevivir. El grupo, compuesto por seis personas, partió de Zermatt, Suiza, el sábado 9 de marzo, con la intención de llegar al pueblo de Arolla, cerca de la frontera con Italia. Sin embargo, nunca llegaron a su destino y un miembro de la familia alertó a las autoridades cuando no se presentaron según lo planeado.
La situación se tornó aún más preocupante cuando se interceptó una llamada de socorro de uno de los esquiadores desaparecidos, revelando que se encontraban en algún lugar de la montaña Tête Blanche, que tiene una altitud de alrededor de 12,000 pies. Los esfuerzos de búsqueda y rescate se vieron obstaculizados por las adversas condiciones climáticas, incluido el riesgo de avalanchas y una tormenta que impidió que los helicópteros se acercaran a la zona.
Después de intensas operaciones de rescate, se encontraron cinco cuerpos el domingo 10 de marzo, sin signos de vida. Se informó que los esquiadores aparentemente habían intentado cavar un refugio de nieve para protegerse del frío extremo. Esta conmovedora imagen de desesperación reflejaba los esfuerzos de la familia por sobrevivir en condiciones adversas y desorientadoras.
La tragedia golpeó especialmente duro a la región de Valais, de donde eran originarios la mayoría de los fallecidos. Las edades de los miembros del grupo oscilaban entre los 21 y los 58 años, aunque no se especificó si los cinco encontrados muertos eran todos miembros de la misma familia. Mientras tanto, la búsqueda de la sexta persona desaparecida continuaba, al igual que las investigaciones sobre las causas exactas de la muerte de los cinco esquiadores.
La ruta que los esquiadores intentaban atravesar, que abarca unas 75 millas y lleva varios días completarla, es conocida por ser desafiante y solo se recomienda para esquiadores experimentados. Esta tragedia no es la primera en esta región; en 2018, siete excursionistas murieron en circunstancias similares, subrayando los peligros inherentes a las actividades alpinas. La conmoción y la tristeza se extendieron por toda la comunidad, recordando la fragilidad de la vida y la importancia de la prudencia al aventurarse en la naturaleza implacable de las montañas.
