En una escena surrealista, Dubai se vio sumergida en caos cuando un diluvio repentino transformó las calles en torrentes, dejando a su paso casas, negocios y el Aeropuerto Internacional de Dubai bajo el agua. Las imágenes impactantes mostraban aviones aparentemente navegando por las pistas inundadas, mientras las olas se agitaban y el agua salpicaba su fuselaje.
Este fenómeno, desencadenado por la caída de casi 100 mm (4 pulgadas) de lluvia en tan solo 12 horas, equivale a la precipitación anual promedio de Dubai, según datos de la Organización de las Naciones Unidas. Las carreteras se convirtieron en ríos, obligando a automovilistas a abandonar sus vehículos, y el aeropuerto suspendió operaciones durante cerca de media hora debido a las condiciones climáticas extremas.
El impacto fue devastador en una ciudad acostumbrada al clima cálido y seco. Las inundaciones repentinas expusieron la vulnerabilidad de la infraestructura ante eventos climáticos extremos. Este incidente, atribuido al cambio climático, subraya la urgente necesidad de adaptación y mitigación en la era de las condiciones climáticas impredecibles.
