Los aeropuertos pueden ser lugares tristes y solitarios por momentos. Además del estrés que pueda ocasionar la previa a un vuelo, las colas, no olvidarte nada, gente corriendo… Cuando no estás de buen humor, digamos que puede no ser lo que esperamos.
Imagina todo esto sumado a que tu perro acaba de morir. Esa es la posición en la que se encontraba un viajero cuando apareció Cora the Corgi. Cora es un perro de terapia en prácticas que parece tener un sexto sentido para sentir el dolor de los demás.
«Cora simplemente caminó por nuestra pequeña zona de asientos y saludó a todos los que pasaban y se sentaban cerca de nosotros», le dijo su dueño, Madison Palm, al Dodo.
«Ella estaba tomando una siesta por lo que solté su correa brevemente mientras me relajaba y tomaba un refrigerio, fue entonces cuando despertó y se acercó sigilosamente a él. Antes de que pudiera llamarla, ya estaba a sus pies recibiendo cariño.
«Le pregunté si ella lo estaba molestando y con una cara sombría y ojos llorosos me dijo: ‘No, no, perdí a mi perro anoche’. Él se rascó detrás de las orejas, le dio unas palmaditas en la espalda y estaba susurrando lo linda que era.
«Sacó su teléfono para tomar una foto y ella se sentó directamente frente a él de frente y permaneciendo perfectamente quieta por ello».
«La personalidad de Cora es increíble, regala amor», dice Madison. «Ella siempre está a mi lado y siempre vigila de cerca. Es muy dulce y eso suele ser lo primero que la gente dice de ella. Su naturaleza gentil y amable nunca pasa desapercibida «.
Ella sabe quién está sufriendo y sabe quién la necesita. Nunca lo he cuestionado. Estoy impresionado por ella todos los días.
