Tras más de tres siglos bajo el mar, un legendario navío portugués ha sido localizado frente a las costas de Madagascar. Se trata del Nossa Senhora do Cabo, un coloso de guerra de 700 toneladas que fue saqueado por piratas en 1721 y cuyo paradero permaneció desconocido desde entonces. El hallazgo, liderado por un equipo estadounidense, reaviva el interés mundial por la historia de la piratería en el océano Índico.
La expedición fue llevada a cabo por el Centro para la Preservación de Naufragios Históricos de Massachusetts, que durante dieciséis años rastreó las aguas cercanas a la isla de Nosy Boraha (antiguamente Sainte-Marie), una conocida guarida de corsarios en la época colonial. Gracias a tecnología de sonar y buceo de alta precisión, los investigadores lograron identificar restos compatibles con el mítico navío, incluyendo artefactos que apuntan a su última travesía.
Un gigante del Imperio portugués en manos de piratas
El Nossa Senhora do Cabo era mucho más que un barco. Con 72 cañones y una estructura imponente, transportaba desde Goa hasta Lisboa un cargamento destinado a la corona portuguesa, acompañado por figuras destacadas de la época, como un virrey, un arzobispo y más de doscientos esclavos.
Su viaje terminó en tragedia en mayo de 1721, cuando una avería lo obligó a detenerse cerca de las Islas Reunión. Fue entonces cuando los piratas Olivier “El Buitre” Levasseur y John Taylor lanzaron un ataque certero y legendario. Saquearon por completo la embarcación y la hundieron cerca de Nosy Boraha para evitar su recuperación.
Tesoros más allá de la imaginación
Entre las riquezas robadas se incluían porcelana china, especias, monedas de oro y plata, piedras preciosas, marfiles y obras de arte religioso. Se estima que el botín alcanzaría hoy un valor superior a los 100 millones de dólares. Según relatos de la época, la carga confiscada fue una de las más cuantiosas jamás vistas, incluso entre los más veteranos saqueadores del mar.
El legado de Nosy Boraha y la importancia histórica
Durante casi dos décadas, los investigadores examinaron meticulosamente los restos de este y otros naufragios en la bahía de Nosy Boraha. La isla fue durante siglos un enclave clave para piratas y comerciantes, y sigue ofreciendo pistas sobre el flujo de riqueza colonial en el Índico. Su fondo marino es, hoy, un archivo histórico sumergido.
El descubrimiento del Nossa Senhora do Cabo ha sido documentado en la revista Wreckwatch, una de las más prestigiosas en arqueología subacuática, y ha generado gran repercusión global. Este hallazgo no solo ofrece una ventana al pasado, sino que también destaca la necesidad de preservar el patrimonio marítimo que yace en los océanos.
Una historia que combina misterio, codicia, poder y aventura… y que, tres siglos después, vuelve a salir a la luz.
