La región de Bolzano, en el norte de Italia, podría marcar un precedente en Europa al implementar un nuevo y curioso tributo: un “impuesto perruno” para los visitantes que viajen con sus mascotas. La medida, que aún está en fase de debate, busca aplicar una tasa de 1,50 euros por día (unos 1,75 dólares) a los turistas que lleguen acompañados de sus perros, además de un impuesto anual de 100 euros (aproximadamente 117 dólares) para los residentes que tengan una mascota.
El objetivo de esta propuesta sería recaudar fondos para el mantenimiento de espacios públicos adaptados a los animales, como parques, áreas de recreo y servicios veterinarios municipales, además de promover una tenencia responsable. Según sus impulsores, el dinero recaudado permitiría mejorar la limpieza de las zonas frecuentadas por perros y financiar campañas de concientización sobre el abandono animal.
Bolzano, una región alpina conocida por su turismo de montaña y su compromiso con la sostenibilidad, ha señalado que el aumento del número de perros —tanto locales como visitantes— genera un impacto creciente en el mantenimiento urbano. De ahí la necesidad, según las autoridades, de buscar “una contribución justa” para quienes disfrutan de los espacios públicos junto a sus mascotas.
Por ahora, el llamado “impuesto perruno” no está aprobado oficialmente. Se espera que el debate continúe durante lo que queda de 2025, y en caso de obtener luz verde, entraría en vigor a partir de 2026.
Si la medida prospera, Italia sería el primer país europeo en aplicar un impuesto de este tipo a los turistas con perros, un tema que ya genera opiniones divididas: mientras algunos lo consideran una buena forma de cuidar los espacios compartidos, otros creen que podría desincentivar el turismo pet friendly, un segmento que ha crecido notablemente en los últimos años.
