Una pareja de Carolina del Sur (EE. UU.) dejó atónitos a sus vecinos con una decoración de Halloween tan realista que varios transeúntes creyeron que su casa se estaba incendiando y llamaron a los bomberos.
Los protagonistas del insólito episodio son Amanda Peden y Sam Lee, fanáticos de Halloween que cada año llevan sus decoraciones a otro nivel. En 2021, su jardín exhibió un avión destrozado con pasajeros esqueléticos, y al año siguiente, un accidente automovilístico con una furgoneta volcada. Pero su obra maestra llegó en 2023: una casa aparentemente en llamas, creada con máquinas de humo, luces naranjas parpadeantes y un efecto visual perfectamente calculado.
El resultado fue tan convincente que, incluso dos años después, los bomberos locales siguen recibiendo llamadas de emergencia de personas que confunden la escena con un incendio real. “Este año ya recibimos cuatro llamadas por ese motivo”, explicó Russell Alexander, jefe del cuerpo de bomberos de Fountain Inn.
Para evitar malentendidos, el departamento de bomberos mantiene contacto constante con la pareja, y cada vez que reciben una denuncia acuden al lugar por precaución. Según Alexander, el humo artificial sube más lento y tiene un color diferente al de un incendio real, aunque para el ojo inexperto “parece una pesadilla auténtica”.
Amanda, consciente del revuelo, publicó en sus redes un aviso:
“Mi casa está en llamas (no es un incendio real). Voy a encender las luces todas las noches de 20 a 22 hasta el 31 de octubre. ¡Por favor, no llamen a los bomberos!”.
Mientras algunos aplauden su creatividad e ingenio, otros creen que el efecto es demasiado realista y debería estar regulado para evitar el pánico. De cualquier modo, Amanda y Sam se han convertido en una sensación viral y en toda una tradición local cada Halloween.
