Países Bajos encabeza la lista de la OCDE en relación a la alta satisfacción de vida entre sus jóvenes. Los investigadores, que realizan este estudio cada cuatro años, sostienen que la felicidad de los niños holandeses ha aumentado nuevamente.
Según refleja este estudio, los niños holandeses suelen tener interacciones positivas con sus entornos sociales, lo que ha hecho que desde el 2013 la satisfacción haya aumentado notablemente. Esto se ve reflejado en la relación de apoyo que los padres e hijos suelen tener, el clima igualitario y de confianza en las escuelas, y el tipo de interacción con los amigos.
Además, los jóvenes de los Países Bajos suelen darle importancia al desayuno en los días de semana, no ven más de dos horas de televisión los días de semana, tienen compañeros amables y serviciales. Y, algo esencial, es que no sienten la presión de ser el mejor.
«Los niños son más libres de hacer lo que quieren, y al hacer lo que quieren, desarrollan una idea de lo que realmente les gusta y las habilidades sociales. Un niño feliz a veces no es un niño muy bueno»
Por supuesto, el estado general de la nación ayuda. Hay poco desempleo en los Países Bajos, una desigualdad relativamente baja y una economía saludable. Hace cinco meses, el SCP comparó a los Países Bajos favorablemente con los de hace 25 años, mientras que otro estudio mostró que la gente era más optimista que el año pasado.
«Si mira a través de Europa, los holandeses y los daneses son los más indulgentes y se centran más en desarrollar la autonomía que en dar prioridad a la obediencia, y eso se ajusta a la sociedad», dice.
El sistema escolar holandés, casi en su totalidad público, incorpora exámenes mayores a la edad de 12 años y tres niveles de educación secundaria de práctica a la más académica. Pero es posible progresar de uno a otro o repetir un año y, a pesar de las preocupaciones sobre la reducción de estándares y el aumento de la segregación, dicha flexibilidad podría reducir el estrés.
