Europa está repleta de sitios concurridos por ricos y famosos. Pero cuando se trata de destinos SUPER exclusivos Montecristo está un paso por encima del resto: la pequeña isla italiana sólo permite 1.000 visitantes por año.
Frente a la costa de la provincia de Livorno se encuentra el Parque Nacional del Archipiélago Toscano, una reserva natural que incluye las islas Elba, Giglio y Capraia.
Pero hay una isla en particular en el grupo que está envuelta en el misterio: Montecristo. Puede que la hayas sentido nombrar por la novela de 1844 de Alexandre Dumas El conde de Montecristo, pero su atractivo es aún más fuerte en la vida real. No se permite la pesca ni medios de transporte a 1 km de cercanía de la isla. Solo cuatro personas viven allí: dos jardineros y dos carabinieri (miembros de la fuerza policial parlamentaria italiana), que rotan cada dos semanas, y los visitantes solo pueden poner un pie en sus costas durante dos períodos: del 1 al 15 de agosto y del 31 de agosto al 31 de octubre.
Además, solo se permiten 1,000 visitantes por año en la isla en total y se les debe otorgar un permiso especial. De los lugares codiciados, 600 están reservados para viajes escolares y los restantes 400 deben estar formados por visitantes que viajan en grupos de aproximadamente 40, lo que hace difícil zarpar a menos que te unas a un grupo de turistas o tengas un montón de amigos que quieran hacer la visita contigo
Montecristo ha estado protegido desde 1988 debido a su biodiversidad única. Los pocos afortunados que son elegidos para visitar esta joya secreta de la Toscana tienen la oportunidad de explorar esta variada flora y fauna; Sin embargo, aquellos que quieran aventurarse fuera del puerto de Cala Maestra y caminar solo pueden hacerlo acompañados por los carabinieri.
Si estás interesado en visitar Montecristo y seguir los pasos de la historia literaria, lo primero que debes hacer es presentar una solicitud a los carabinieri. Se necesitan aproximadamente tres meses para acceder al puerto y hasta tres años para obtener una excursión.
La buena noticia es que el actual presidente del parque nacional tiene la intención de aumentar el número de visitantes anuales a 1.500, divididos en 20 visitas de 75 personas.
No es mucho, pero quien quiere algo así, deberá tener paciencia y… bueno, si, algo de suerte!