Preocupante: un aumento en los niveles de dióxido de carbono en el Océano Pacífico ha hecho que el agua sea tan ácida que literalmente está disolviendo los caparazones de los cangrejos.
En un estudio publicado esta semana en Science of the Total Environment, que se basa en una encuesta realizada en 2016 en las aguas costeras de Oregon, Washington y Columbia Británica, los científicos examinaron las larvas de Dungeness, una especie de cangrejo que habita en lechos de anguilas y fondos de agua en la costa oeste de América del Norte.
A partir de este hallazgo, descubrieron que el pH bajo del Océano Pacífico está causando la corrosión de los caparazones del cangrejo Dungeness.
Los océanos absorben una cantidad significativa del dióxido de carbono liberado a la atmósfera, y estos altos niveles tienen un impacto directo en la acidez del océano.
A medida que los niveles de dióxido de carbono continúan aumentando, el pH del océano disminuye, haciéndolo más ácido, lo que representa un riesgo para la vida marina.
Los niveles de ácido disuelven el carbonato de calcio, que forma los «huesos» de la mayoría de los organismos en el océano. Los organismos con exoesqueletos como los cangrejos, por lo tanto, son especialmente susceptibles porque su caparazón de carbonato de calcio está en contacto directo con el agua.
Los investigadores encontraron que algunas larvas de Dungeness ya tienen «disolución severa del caparazón», lo que significa que sus caparazones están doblados, según informa el Seattle Times.
Aunque los hallazgos son reveladores, los autores dicen que se necesita más investigación para comprender lo que pueden significar para el futuro del cangrejo Dungeness mientras las aguas costeras del Pacífico continúan absorbiendo dióxido de carbono.
Los científicos esperaban que la vida marina se viera afectada por los niveles de acidez en algún momento a finales de este siglo, pero no esperaban que ocurriera tan pronto.
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