Una de las mejores formas de conocer la verdadera esencia de un lugar es descubrir más allá de las rutas convencionales, los museos más conocidos, los recomendados de Lonely Planet -la biblia de todos los viajeros-.
Por eso en esta vuelta te traemos algunos planes alternativos para llevarte lo mejor de esta increíble ciudad.
1. Viktoriapark
Una verdadera cascada rugiente de 66 metros de altura es la mayor elevación natural en el centro de Berlín.
En la parte superior de Kreuzberg se puede disfrutar de un día de naturaleza, realizar un picnic y conseguir una de las mejores vistas de la ciudad de Berlín Occidental. Vas a encontrarte con un ambiente amable y acogedor, sin importar si vas con amigos, con tu pareja o con tu familia. Este es lugar donde los locales del barrio de Bergmannstraße y Chamissostraße se reúnen los fines de semana soleados.
El parque urbano se abrió a fines de 1800. El monumento más importante del parque es un monumento de hierro fundido de 1821 dedicado por el rey Federico Guillermo III de Prusia a las guerras de liberación. En verano una cascada artificial se origina en el pie del monumento y continúa abajo de la ladera a la intersección de Großbeerenstraße y de Kreuzbergstraße.
2. Acuario de Radisson Blu Hotel
Si visitas Berlín, además de recorrer sus calles repletas de historia, visitar lugares claves como son la Puerta de Brandenburgo o algunos de los muros que quedan de pie, los amantes de la vida marina tiene una parada obligatoria adicional.
El acuario del Radisson Blu Hotel, es el acuario cilíndrico más grande del mundo, con sus 25 metros de altura y 12 de diámetro y tiene más de 1.500 peces de unas casi 100 especies diferentes.
El impresionante AquaDom se encuentra en la recepción del hotel situado a orillas del río Spree frente a la Catedral de Berlín.
En el interior del cilindro hay un ascensor en el cual se pueden ver las tareas de limpieza que se realizan de lunes a sábado por 3 o 4 cuatro buzos especializados entre las 11 y las 13 horas. Además podes ver en directo la alimentación de los animales que reciben unos 8 kg de comida al día.
La gestión biológica del AquaDom está en manos de BGG (Sociedad de Berlín para grandes acuarios) y el objetivo de la BGG es transformar el AquaDom en un arrecife de coral artificial para crear un hábitat común en el acuario cilíndrico para peces y corales.
3. Monster Kabinett
Este increíble lugar fue creado por un colectivo de arte conocido como Dead Pigeon. El Monster Kabinett es un almacén lleno de un arte extraño y personajes disfrazados, esperando para poner en marcha un espectáculo cada jueves y viernes por la noche. Te va a costar darte cuenta qué creaciones son humanos y qué son simplemente obras maestras de metal en movimiento.
Los visitantes se enfrentan cara a cara con cosas de pesadillas, robots, esculturas malformadas y actores que realizan una performance simulando ser agresivos.
El viaje a la Monster Kabinett un show aparte, un callejón húmedo donde la mayoría de las personas no saben si han llegado a la ubicación correcta hasta que están directamente frente a ella, a menudo saludados por un buen personaje.
La galería es segura, claramente, pero construida para inculcar e inspirar tanto miedo y temor como sea posible. Pero si querés saber más sobre de que se trata esta galería, ¿qué mejor que lo experimentes en tu próxima visita a Berlín?
4. Clarchens Ballhaus
Clärchens Ballhaus tiene poquito más de cien años en la Auguststrasse del Mitte berlinés (Auguststrasse, 24). Rodeado de las mejores galerías de arte y tiendas de vanguardia de la ciudad persiste este salón de baile y con él la nostalgia de los años 20.
Se trata de un lugar para comer y tomar algo y salir a bailar también. Con un ambiente un tanto decadente, nos permite recordar cómo sería el Berlín de entreguerras, por su pista de baile, la buena música y el buen precio que no abusa de las inmensas posibilidades de un local que casi siempre está lleno.
Una vez adentro es como viajar en una máquina del tiempo. Las paredes revestidas de madera oscura, la vestimenta de los camareros, la música retro, mesas y sillas de varias décadas atrás y que son testigos de la conflictiva historia de la ciudad. En la planta baja hay una gran pista de baile, donde según cada día de la semana, suenan ritmos diferentes. Los lunes toca salsa, martes tango, miércoles swing, jueves chachachá y vals y así durante toda la semana.
5. Teufelsberg
Teufelsberg, que en alemán significa La Montaña del Diablo, es una colina de 115 metros de altura en las afueras de la capital alemana. Fue creada de manera artificial por los aliados después de la segunda guerra mundial, con los escombros de 400.000 edificios devastados por los bombardeos, con el objetivo de tapar una de las escuelas militares nazis.
Después de haber sido una de las sedes principales de la Agencia Americana de Seguridad Nacional, para ser utilizada como la base de escucha más grande durante la guerra fría, ha sido abandonada y al día de hoy se organizan visitas para conocer el misterioso lugar, que realmente vale la pena, tanto por la historia como por las vistas panorámicas de la ciudad.